Pacheco, a la caza de los turistas que "otros no quieren"

Mientras la provincia de Almería vive un momento dorado en lo que a la atracción de turismo se refiere, las cifras están muy por encima de las del pasado año, y en otros puntos de España los detractores del turismo llevan semanas realizando actuaciones de todo tipo para llamar a la movilización contra la masificación, el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, ha decidido meterse en la polémica y ofrecer la ciudad como un espacio al que venir si en otros sitios turísticos no les quieren.

Lo hacía el regidor de la capital a través de sus redes sociales con una imagen aérea de la bahía de Almería, exactamente en la zona del próximo desarrollo del puerto-ciudad, y con un mensaje claro y directo. Afirmó así Fernández-Pacheco: “El turismo y los turistas crean empleo, riqueza y prosperidad. Si en otros sitios no los quieren...en Almería los recibiremos encantados”.

De esta forma hacía una invitación el alcalde a todos aquellos que se han podido sentir rechazados por las actuaciones de los detractores del turismo masivo en sitios como Barcelona o Mallorca, o que estaban pensando en acudir a estos espacios turísticos y ahora están dudando por la situación, a que se vengan a Almería.

Turismo
Cabe recordar que el equipo de Gobierno municipal está decidido a apostar por el sector turístico como uno de los motores de la economía almeriense y que para ello hace pocas semanas se presentaba el plan elaborado en colaboración con la Junta de Andalucía para recibir una ayuda autonómica y poner en marcha actuaciones que van desde la puesta en marcha de un museo submarino bajo el Faro de San Telmo, a la puesta en valor de las Canteras Califales o la accesibilidad de la Alcazaba.

Respuesta ante ese modelo turístico
El comentario del alcalde en las redes sociales también ha tenido sus detractores, no tanto porque no apuesten porque Almería sea tierra de turismo, sino por el modelo que en muchos casos tienen las ciudades ahora cuentan con este problema. Y es que el llamado ‘turismo de borrachera’ y a bajo precio no convence a los vecinos, no solo que lo sufren, sino a aquellos del resto del país.