Vecinos rescatan el escudo de la ciudad olvidado en una rotonda

Hace ahora 29 años, una decisión política trasladó el escudo de la ciudad que, hasta entonces lucía en la Plaza de la Constitución, hasta la mediana que divide los carriles de entrada y salida de la ciudad a la altura del barrio de Pescadería. Seguramente, de forma bienintencionada, se pensó entonces que aquel lugar era el apropiado porque, en una ciudad aún sin las diferentes salidas que con el paso de los años trajo el diseño de la Autovía del Mediterráneo, se trataba de la entrada a Almería por Poniente. 

En lo que no se pensó fue en el olvido inherente que recae sobre todo aquello que no está a la vista: el escudo, semioculto para los peatones -solo era visible para quienes cruzan por la pasarela que hay situada en la rotonda de Pescadería- y para los conductores, fue cubriéndose de hojas y tiñendo su original mármol blanco de un color parduzco y oscuro. El efecto más visible de quedarse expuesto a la polución de coches y camiones a lo largo de tres décadas. 

Sorpresa  
“En el barrio claro que se sabía que estaba ahí. Lo sabían los pescadores que cruzan cada día para ir al Puerto, gente de aquí de toda la vida, pero para muchos almerienses ha sido una sorpresa conocer que el escudo de la ciudad está en mitad de una mediana, tumbado y cubierto de hojas. Yo misma pensaba que era una arqueta hasta que el presidente de la asociación, José Campoy, me dijo lo que era”, contaba ayer, en conversación con este periódico, Encarnación González, de la Asociación La Chanca Pescadería A Mucha Honra (Chanpe), que ha sido quien ha denunciado el estado de la divisa de la ciudad. 

El próximo lunes, esta asociación presentará en Pleno un escrito en el último punto de Audiencia Pública en el que pide al Ayuntamiento no solo que repare el escudo para que recupere su estado original -esta misma semana, ha sido limpiado y restaurado-, sino para que se le busque un emplazamiento más adecuado. “A nosotros nos gustaría que estuviera en la Rambla, en la Plaza Vieja, a las puertas del Ayuntamiento cuando se terminen las obras. Y que se coloque en posición vertical, como tiene que estar. Ahora, está en el peor sitio posible, invisible para todo el mundo y, hasta ahora, completamente abandonado”, señalan desde la asociación.

El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, aseguró el pasado martes que “merecía la pena” restaurar el escudo por su valor histórico. Ese mismo día dio instrucciones al concejal de Fomento, Carlos Sánchez, para que la pieza de mármol fuera restaurada para su puesta en valor, pero adelantó que, por ahora, en lo que se piensa es en emplazar el escudo “en el mismo entorno donde ha sido encontrado”.  “Puede ser una buena medida para la bienvenida a la ciudad de Almería”, dijo.

Por ahora, la denuncia vecinal ha conseguido sacar de su ostracismo al escudo de la ciudad. Ahora habrá que ver dónde acaba situado.  

¿Dónde están los cañones? 
El pasado mes de diciembre, un reportaje publicado en este periódico por el periodista Eduardo del Pino desvelaba que, treinta años después de haber sido retirados del a Plaza Vieja, sigue siendo un misterio el destino de los dos cañones que formaban parte del conjunto escultórico que se retiró cuando se colocó allí el monumento a Los Coloraos.

“Los cañones destacaban entre los jardines y servían de escolta a un gran escudo de la ciudad esculpido en mármol blanco. En aquellos años la Plaza Vieja estaba rodeada de bancos de hierro que se llenaban los domingos cuando en torno a los soportales se organizaban mercadillos de antigüedades y se cambiaban sellos”, contaba el reportaje. El escudo, ya se sabe, se trasladó hasta la mediana de Pescadería, pero de los cañones nunca se tuvo noticia. Desaparecieron cuando se instaló el Pingurucho y siguen perdidos en la actualidad.