Los nombres de las calles principales y de los edificios más significativos de una ciudad dicen mucho de ella. No es lo mismo ir al barrio de las Letras o al Centro Cultural Generación del 27 que a la calle de la Fuentecica (con todo el respeto para sus vecinos). Por la denominación de ciertas vías y espacios se han desatado verdaderas disputas. De ahí la importancia de elegir bien, en especial cuando la opinión de todos cuenta.
A principios del próximo año, Almería se enfrentará al reto de elegir un nombre para su nueva Biblioteca Municipal, ubicada en el antiguo cuartel de la Policía Local, donde las obras marchan a buen ritmo. La decisión, que se someterá a un proceso participativo similar al de la portada de la feria, corresponderá a los ciudadanos y lo curioso es que, a día de hoy, se da por hecho que se podrá votar por opciones que ni siquiera están encima de la mesa de Cultura. Simplemente porque nadie las ha planteado.
Según ha podido saber LA VOZ, en este momento el área de Cultura del Ayuntamiento de Almería ha recogido siete propuestas de nombre para la nueva biblioteca. Propuestas de colectivos y de particulares que le han llegado bien a través de Registro, bien por correo electrónico. Se trata de la periodista y escritora Carmen de Burgos, el escritor Juan Goytisolo, el intelectual José María Artero, el archivero Juan López, la editora Ana Santos, la autora de literatura infantil Ana María Romero Yebra -la única viva del listado- y el profesor y escritor Arturo Medina, marido de Celia Viñas.
La gran ausente
Lo primero que llama la atención de esta nómina de candidatos para dar nombre a la nueva Biblioteca Municipal es, precisamente, la ausencia de la escritora y poeta Celia Viñas, una opción que parece no haberse formalizado más allá del artículo que su biógrafo, Francisco Galera, publicó hace unos días en LA VOZ defendiendo sus méritos para inspirar el futuro centro de lectura.
La ausencia de Viñas resulta más clamorosa si se tiene en cuenta que su esposo, Arturo Medina, que siempre vivió un poco a la sombra de su legado, sí aparece. La avalan de sobra para figurar en ese ramillete de ilustres su amor por Almería -ciudad en la que se integró en poco tiempo- y la profunda huella que dejó en todos sus alumnos (algunos de los cuales llegarían a ser grandes novelistas, como Agustín Gómez Arcos, y dibujantes, como Manuel García Ferré, padre de Petete).
Además, se echa de menos como alternativa al poeta José Ángel Valente. Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988, su defensa de La Chanca y del Parque Natural de Cabo de Gata parece otorgarle la suficiente entidad para dar nombre a una biblioteca en la ciudad donde decidió terminar sus días.
Otra personalidad que se ha barajado entre las opciones posibles, y que incluso la Asociación Acción por Almería defiende haber presentado -en Cultura no consta que haya sido así-, es el historiador José Ángel Tapia, conocido como el padre Tapia, por “su importancia en la difusión de la historia de la ciudad y de toda la provincia”.
El poeta Federico García Lorca, el político y filósofo Nicolás Salmerón y el arquitecto Guillermo Langle constituyen más opciones que han salido a colación al hablar del futuro nombre de la Biblioteca Municipal. Sin embargo, sobre la mesa de Cultura no hay más que siete propuestas y, según la concejal Ana Martínez Labella, desde el área no se va a incorporar ninguna. “Se va a respetar lo que nos llegue y, a partir de ahí, se abrirá la votación”, señala.
Así, la Asociación de la Prensa de Almería, el Colegio de Periodistas de Andalucía y la Unión Provincial de Comisiones Obreras han propuesto a Carmen de Burgos (el nombre que suena con más fuerza), la Asociación La Chanca-Pescadería a Juan Goytisolo, la Asociación de Editores de Andalucía a José María Artero y la Hermandad de Estudiantes a Juan López. El resto de opciones vienen de particulares.
Sea como sea, el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, explicó que “una vez elegido el nombre definitivo para el edificio, el resto de los propuestos se utilizarán para identificar las distintas salas del centro”.
Hasta que se abra la votación -la biblioteca podría estar lista a principios de año-, Almería está a tiempo de presentar nuevos candidatos y, durante el proceso, podrá hacerse oír. El reto es superar la cifra de participación registrada para elegir la portada de la feria, 900 personas, implicando a la ciudadanía.
Carmen de Burgos, defensora de la libertad y de la mujer
Considerada la primera periodista profesional de España, Carmen de Burgos (Almería, 1867-Madrid, 1932), Colombine, es reconocida como una gran defensora de la libertad y luchadora incansable por el reconocimiento de los derechos de la mujer.
Libre, inteligente, vanguardista, leal, comprometida, su nombre es el que más suena para la nueva Biblioteca Municipal. Su candidatura ha sido planteada por la Asociación de la Prensa de Almería, el Colegio de Periodistas de Andalucía y la Unión Provincial de Comisiones Obreras, así como por particulares.
Arturo Medina, una vida consagrada a la obra de Celia
Arturo Medina Padilla (Almería, 1915-Madrid, 1995) fue profesor y escritor.En 1946 conoce al amor de su vida, Celia Viñas, con quien se casa y vive hasta su muerte. A partir de ahí, comienza la publicación póstuma de la obra inédita de Celia, así como la recopilación de sus artículos y la catalogación de libros, manuscritos, correspondencia, fondo donado en 1993 a Diputación.
“Brillante en sus conferencias, presentaciones, prólogos y ponencias, destacó por su obra sobre literatura infantil y su didáctica”, dice el profesor José Heras. Su propuesta para la futura biblioteca viene de particulares.
Juan Goytisolo, compromiso con los más desfavorecidos
Para muchos el narrador más importante de la Generación del Medio Siglo e incluso el mejor novelista español de comienzos del XXI, la obra de Juan Goytisolo (Barcelona, 1931-Marrakech, 2017) abarca novelas, libros de cuentos y de viajes, ensayos y poesía. El 24 de noviembre de 2014 le fue concedido el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras en lengua castellana.
Propuesto por la Asociación Pescadería-La Chanca, con sus libros ‘Campos de Níjar’ y ‘La Chanca’ denunció la miseria de la Almería de finales de los 50. Compromiso que mantuvo toda su vida.
Ana María Romero Yebra, conjuga la docencia y los libros infantiles
Nacida en Madrid en 1945, Ana María Romero Yebra es la única candidata viva a dar nombre a la Biblioteca Municipal. Ha ejercido como maestra en Almería desde 1981, es aficionada a las artes plásticas. Ha colaborado en medios de comunicación y en actividades culturales. También ha sido ponente en congresos y jornadas de literatura infantil y presidió el Ateneo de Almería desde 1994 hasta 1999.
Autora de literatura infantil (su primer libro, ‘Hormiguita negra’, se editó en 1989), ha escrito poemarios para adultos. Su candidatura viene de un particular.
José María Artero, marcó la cultura local en la segunda mitad del s.XX
Editor (creó en 1974 el sello Cajal, como la librería fundada en 1965), profesor (fue catedrático de Ciencias), fotógrafo (su nombre está ligado al Grupo AFAL) y escritor (autor de una veintena de obras y columnista de este diario, cuyos lectores le dieron el Premio Protagonista en 1987 en el apartado de Cultura), la figura de José María Artero (Almería, 1921-1991) marcó la segunda mitad del siglo XX.
La candidatura de Artero para dar nombre a la futura biblioteca de la ciudad de Almería viene de la Asociación de Editores de Andalucía y de particulares.
Celia Viñas, una labor de repercusión nacional
Celia Viñas (Lérida, 1915-Almería, 1954) escribió poesía infantil en español y catalán, con una obra breve pero considerada renovadora y clave en el panorama de la posguerra. Tras llegar a Almería en 1943, estuvo “once años entregada a sus alumnos, inculcándoles su amor a la lectura y realizando una labor cultural de repercusión nacional”, dice su biógrafo Francisco Galera.
“Nadie como ella se entregó a nuestra ciudad y a sus movimientos culturales hasta el punto de ser elegida como la figura más influyente en Almería en el siglo XX”. Es la gran ausente entre los candidatos a dar nombre al centro.
Juan López, sacerdote, archivero y estudioso
Canónigo archivero de la Catedral de la Encarnación de Almería, Juan López Martín (Roquetas, 1929-Almería, 2008) fue director del secretariado de Hermandades y Cofradías, consiliario de la Agrupación de Cofradía de Almería y de la Cofradía de Estudiantes. Murió sin ver cumplido su deseo de obtener el doctorado en la Universidad de Almería, pues no pudo defender su tesis sobre eclesiásticos ilustres de Almería.
La Cofradía de Estudiantes considera que atesora méritos más que suficientes para dar nombre a la biblioteca que se ubicará en el antiguo cuartel de la Policía Local.
José Ángel Valente, el poeta místico enamorado de Cabo de Gata
José Ángel Valente. (Orense, 1929-Ginebra, 2000) fue poeta, ensayista y traductor. Formó parte del Grupo Poético de los 50 aunque su producción evolucionó de un modo distinto. Heredero de la tradición mística española, asimiló tradiciones culturales, históricas y tendencias filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados.
Pasó sus últimos años en Almería, donde adquirió un serio compromiso con La Chanca y el Parque Natural de Cabo de Gata. En su casa hoy se levanta un museo y da nombre a un aula de poesía, la Facultad Valente. Es otro de los ausentes del ramillete de nombres.
Ana Santos, la editora que revolucionó el mundo literario
Editora, gestora y agitadora cultural, Ana Santos (Guadalajara, 1972-Almería, 2014) revolucionó el panorama literario a través del sello El Gaviero Ediciones y de proyectos como la revista ‘Salamandria’, el Festival del Libro y la Lectura, Lilec (que sacudió el polvo a la siempre en crisis Feria del Libro de Almería), y de actividades como ‘Valente itinerante’, por el Día Internacional del Libro, y el recital políglota ‘Poesía Bífida’, con motivo del Día de la Poesía.
El hueco que dejó en la cultura todavía no ha sido ocupado. Su opción llega de particulares.
José Ángel Tapia, historiador y cronista de la ciudad
José Ángel Tapia (Abla, 1914-Almería, 1992) fue un sacerdote católico e historiador español, cronista oficial de la ciudad de Almería.En su haber cuenta con obras tan importantes para la difusión de esta tierra como ‘Almería, piedra a piedra’, trabajo que no ha sido igualado hasta la fecha y que desgrana calle a calle y barrio a barrio la ciudad. Otras de sus obras fueron ‘Breve historia de Almería’, ‘Almería, hombre a hombre’, ‘Historia general de Almería y su provincia’ e ‘Historia de la Baja Alpujarra’. Su propuesta para denominar la nueva biblioteca, de Acción por Almería, no consta en Cultura.
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