La Caixa fomenta la contratación de personas en riesgo de exclusión

Una jornada conciencia al sector agroalimentario sobre la importancia de la inserción laboral de personas con dificultades

Organizadores y participantes en la jornada de la Caixa.
Organizadores y participantes en la jornada de la Caixa.
Marta Rodríguez
21:16 • 26 sept. 2017

Mujeres víctimas de malos tratos, inmigrantes, personas con discapacidad, antiguos reclusos, parados de larga duración. Son colectivos más vulnerables a los que se dirige el programa Incorpora de la Obra Social la Caixa. Una iniciativa que cumple una década y de la que solo el año pasado en Almería se beneficiaron 500 personas en riesgo de exclusión que encontraron un empleo gracias a 170 empresas.  




Con motivo de este décimo aniversario, la Obra Social laCaixa celebró ayer, en el Auditorio del Centro Tecnológico Tecnova, en el PITA, una jornada para concienciar a empresas del sector agroalimentario de la importancia de desarrollar una responsabilidad social corporativa. Porque “el futuro de las empresas pasa por ser rentables en un mundo sostenible”, apuntó el director territorial de CaixaBank en Andalucía Oriental y Murcia, Juan Ignacio Zafra, en la inauguración. 




“A la gente que siente ese sentimiento de exclusión, hay que ayudarla por exigencia ética y por egoísmo. Igual que durante años la sociedad excluyó el 50 por ciento de su talento, el de la mujer, no podemos excluir el de estas personas en situación de marginalidad. Esa gente tiene la posibilidad, y debemos favorecerla, de potenciar su capacidad en beneficio de la sociedad. Es algo que nos interesa a todos y nos dignifica”, expresó el director de LA VOZ, Pedro Manuel de la Cruz.




Bajo el título de ‘Un valor social para la empresa en el sector agroalimentario’, el encuentro fue moderado por la periodista de este diario Rosa Ortiz y contó con dos ponencias centrales.




En la primera, José Maria Canyelles, consultor de Vector 5 y experto en responsabilidad social corporativa, expuso ejemplos de pequeñas y medianas empresas que descubrieron hace tiempo que “hacer las cosas de forma respetuosa con la sociedad y el medio ambiente es la mejor forma de que una empresa viva en el futuro”. Es el caso de La Fageda, fábrica de yogures con un 80 por ciento de trabajadores con alguna discapacidad psíquica o problemas de salud mental. 




La segunda ponencia vino de la mano del director de Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa de Coexphal, José López Ortega, que se refirió al invernadero como motor para cambiar la sociedad. “Es un motor socioeconómico, fuente de salud, sinónimo de seguridad alimentaria y calidad, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, genera empleo y constituye el mejor modelo de agricultura familiar del mundo”, sostuvo.






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