Joaquín Salvador: "Me ha servido mi capacidad de relacionarme"

¿Cómo surgió Jarquil?
En 1986. José Luis Sebastián y yo hicimos buena amistad y creamos  conjuntamente con Arturo Egea la empresa. Paco Martínez se vino a ICC, otra empresa que fundamos unos años antes. Jarquil se inició como empresa de gestión y promoción inmobiliaria, mientras que ICC tenía una actividad de ingeniería. La actividad constructora llegó después incorporando como socio a Antonio López Salvador.

Eres una persona comprometida con la sociedad. ¿Una ciudad tan sucia como Almería  se puede querer a sí misma? Hay mucha gente incívica...
Hay que empujar de forma positiva por parte de la sociedad civil. Hay que buscar estímulos para que el ciudadano mejore su civismo. El último Nobel de Economía habla de la relación entre la psicología y la economía. No es de aplicación en este caso, pero si llegáramos a ser capaces de abrirle los ojos a los demás de lo beneficioso que es un comportamiento cívico nos iría mejor.  Si uno se ve mal a sí mismo tiende a empeorar. Si a alguien le dices continuamente que es un marrano puedes terminar haciéndolo un marrano. Si lo estimulas puedes conseguir que mejore. Pero es cierto que la gente se debería concienciar de que la calle es la extensión de la casa y hay que cuidarla. Deberían ponerse normas rigurosas sin dejar de estimular el beneficio que para todos tiene el ser cívicos. 

¿En España se ha explicado mal lo que significa ser empresario?
Por supuesto. Históricamente ha habido comerciantes -entonces eran los empresarios-. Un gran número de ellos se aprovechaban de la gente, pero esto ha cambiado. El empresario de verdad es el que tiene ilusión permanente por conseguir logros y estos pueden ser logros sociales sin más rentabilidad que haberte sentido útil. Los logros empresariales, si se consiguen, producen resultados económicos, pero la satisfacción del empresario es haber  conseguido lo que se propuso. El empresario que engaña, en un mundo tan tecnológico como el actual, deja de existir al primer engaño, porque las redes sociales se encargarán de divulgarlo. El buen empresario ha de ser, a mi juicio, una buena persona. A mí me da grandes satisfacciones conseguir logros y que los demás me valoren.  

¿Te preocupa lo que está ocurriendo en Cataluña? ¿Era de manual lo que está ocurriendo con las empresas?
La seguridad jurídica es la base para un empresario, pero también para el ciudadano, que puede tener cien euros en un banco y los saca si cree que el banco es inseguro.  Lo que ha pasado tiene mucho calado y pasarán años hasta que se recupere la economía de Cataluña. Las empresas no volverán hasta que no haya estabilidad  y eso llevará tiempo.

La prensa catalana se está lamentando ahora, después de años de tibieza y complicidad con el independentismo...
Son absolutamente responsables porque la comunicación consolida una opinión. Una mentira termina siendo verdad si la repites muchas veces. Ahora se llevan las manos a la cabeza porque pueden perder las ayudas que recibían.

¿Qué ha sido lo que más te ha servido en la vida?
Mi capacidad de trabajo, de relacionarme y hacer amigos. Y desde luego mi familia.

¿Cómo eres y cómo crees que te perciben los demás?
Hicimos una vez en la empresa un estudio de inteligencia emocional con encuestas secretas para conocernos. Creo que soy una persona que necesita hacer cosas por los demás. Es una necesidad imperiosa. De manera que termino estando desbordado (risas). No sé decir no a nada. ¿Cómo piensan? Soy una persona que aprieta en el trabajo y a veces incomodo a la gente porque les digo lo que tienen que hacer y no les dejo que lo descubran.