Arturo Prieto, jefe de la Guardia Civil: "No damos abasto para el volumen de pateras que entran"

Almería alcanza cotas históricas en el rescate de pateras en las aguas del Mar de Alborán. Los 4.200 inmigrantes irregulares detectados durante el ejercicio 2017 duplican las cifras totales del año pasado y esbozan la enorme dimensión de un drama humanitario internacional.

La onda expansiva del fenómeno migratorio llega a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Almería, desbordadas por las labores de auxilio, extranjería, información y persecución de las mafias de tráfico de personas. “No damos abasto para atender al volumen de pateras que entran”, aseguró este jueves el coronel Arturo Prieto, jefe de la Guardia Civil en Almería y ponente en unas jornadas organizadas por Instituto Universitario de Investigación sobre Seguridad Interior (IUISI). “Los CIEs (centro de internamiento de extranjeros) están a rebosar y, además, se han cerrado CIEs, lo que ha provocado que haya menos plazas”, añadió el coronel jefe.

Prieto augura meses de duro trabajo en este terreno y lamenta “la tragedia humana” y “las bolsas de marginalidad” que se producen con el desembarco de una inmigración en situación muy precaria. “Mientras las condiciones meteorológicas sean favorables van a seguir llegando con toda seguridad”, apostilló el jefe de la Comandancia.

El Ministerio del Interior barajó la posibilidad de abrir un CIE en la provincia como respuesta a la afluencia de pateras durante los años 2016 y 2017, como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA.  El coronel evitó pronunciarse sobre la pertinencia (o no) de la medida, sin embargo, aseguró que no sería una solución inmediata. “¿Abrir un CIE en Almería? ¿Solución? Desde luego a corto plazo no”.

La Agencia Europea de Fronteras (Frontex) ha publicado en los últimos meses informes y estadísticas sobre la incidencia del fenómeno migratoria en la ruta del Mar de Alborán, convertida en un punto caliente para la inmigración clandestina.  El organismo incide en aspectos como la presión del terrorismo en el Sahel, que empuja a cientos de miles de personas hacia el norte, o el desmantelamiento de campamentos de subsaharianos en Marruecos. El Frontex revela también un aumento notable de los precios que los inmigrantes pagan a las mafias de tráfico de seres humanos antes de embarcar en una patera, como consecuencia del aumento de la demanda.

Según explicó este jueves Miguel Zea,  responsable del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Almería, las personas rescatadas en las aguas de Alborán se dividen claramente entre subsaharianos (generalmente en grupos más numerosos) y magrebíes. Los primeros alertan a los servicios de rescate y su único objetivo es llegar hasta zona de rescate de España, mientras los marroquíes y argelinos buscan tocar tierra por el miedo a la repatriación.