Era previsible pero aún así siempre es una sorpresa que al abrir para hacer una obra en una calle del Casco Histórico de la capital, en este caso en calle Las Tiendas en el entorno de la iglesia de Santiago, aparezcan restos de la Almería que fue.
En este caso fue la mañana del jueves cuando los obreros que están realizando las obras en cuestión se percataron de la existencia de una especie de muro y es cuando el equipo de arqueólogos de la obra inició su labor. Y es que, como bien explica la concejal de Fomento, Ana Martínez Labella, “era previsible que apareciera parte de la muralla porque ya ocurrió durante la obra de recuperación de los Refugios de la Guerra Civil y se sabía que transcurría por esta zona”.
Tanto es así que se ha llegado a hablar de la posibilidad de que más allá de ser un trozo de la muralla musulmana de la ciudad pueda tratarse de la propia Puerta de Pechina que, según consta en los mapas de la época, se ubicaba en este entorno y no tanto en lo que hoy se localiza como la Puerta de Purchena. Pero inicialmente lo encontrado es un tramo de la muralla que delimitaba la ciudad, con bastante deterioro ya que junto a ella hay canalizaciones del siglo pasado.
De momento la obra que se estaba realizando en este espacio para la colocación de nuevos conductos de abastecimiento y saneamiento ha quedado paralizada en este tramo.
Según explica Martínez Labella “es el turno de trabajo de los arqueólogos de la obra que están trabajando con juntamente, además, con los técnicos de la Junta de Andalucía, y será la administración autonómica la que determine realmente lo que hay que hacer a partir de ahora”.
Eso sí, lo que se tiene claro es que las nuevas canalizaciones previstas “no se colocarán donde está previsto por el proyecto, sino que se tendrán que desviar, posiblemente para circular bajo el tramo en el que actualmente se encuentra la parada de taxis más cerca de los edificios”.
Por su parte desde la Junta de Andalucía explican que efectivamente en la mañana de ayer el arqueólogo de las obras avisaba a la Delegación de Cultura tras el hallazgo de estos restos procediéndose a la visita de un técnico de la administración autonómica que constataba “la presencia de entre 12 y 15 metros de lo que parece, en una primera inspección, restos de la antigua muralla musulmana deteriorada en algunas áreas por conducciones instaladas hace 30 o 40 años”.
Documentación
Según explican desde la administración autonómica tras esto “el arqueólogo de la obra tiene que documentar este hallazgo, un trabajo que consiste en fotografiar los restos, dibujarlos y realizar las anotaciones oportunas en el ‘libro diario’ de la intervención arqueológica y entregar ese trabajo de documentación en la Delegación de Cultura que el lunes valorará las actuaciones a seguir”.
De momento, mientras es el tiempo de los arqueólogos las obras pueden continuar en otros tramos y adaptarse a la intervención arqueológica que se determine.
Cabe recordar que exactamente las obras que estaban en marcha se corresponden con actuaciones de pavimentación, sustituyendo todos los existentes, así como una nueva red de alcantarillado y de aguas pluviales y la inclusión de nuevas acometidas domiciliarias a la red de abastecimiento. Además, de canalización de la red de alumbrado público y la instalación de nuevas luminarias y mobiliario público.
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