Estudiar cómo está el Cable Inglés cuesta casi 18.000 euros

La Autoridad Portuaria de Almería (APA) procedió ayer por la tarde a vallar parte de los alrededores del cargadero de mineral El Alquife, conocido popularmente como El Cable Inglés, a partir del avance de los resultados del estudio elaborado por la empresa Instituto de Materiales y Construcciones (Intemac) para evaluar el estado del BIC.

El vallado comienza en la zona más próxima a la conocida como gasolinera de Trino, en la Avenida de Cabo de Gata, y se prolonga hasta el monumento a las víctimas del campo de concentración de Mauthausen, en el Parque de las Almadrabillas.

Fuentes de la Autoridad Portuaria de Almería (APA) han señalado a la agencia Europa Press que el perimetrado del cargadero es una “medida de prevención” ante posibles “desprendimientos” de la estructura que examina la empresa desde el pasado mes de octubre, cuando se encargó una evaluación para determinar “las medidas a adoptar para garantizar la seguridad y funcionalidad” del antiguo cargadero del mineral.

En un comunicado remitido a los medios a principios del pasado mes de octubre, la presidenta de Autotidad Portuaria de Almería, Carmen Ortiz Rivas, consideraba “necesario indagar en la estructura centenaria del Cable Inglés por ser un elemento que forma parte del paisaje de la ciudad y que además estará muy presente en las primeras actuaciones de desarrollo del proyecto Puerto-Ciudad”.

El estudio, presupuestado en 17.680 euros, ha sido comunicado a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que ha sometido a la estructura del cargadero de mineral “a distintas intervenciones de conservación, limpieza y rehabilitación parcial con anterioridad”.

El diagnóstico, aún por finalizar, permitirá conocer el estado de conservación de la estructura metálica y conocer qué elementos en materia de seguridad precisa el monumento, declarado en su día Bien de Interés Cultural.

Tras obtener los resultados, se identificarán las zonas o elementos en los que se requiere una actuación para evitar “situaciones de riesgo” y “se precisarán las medidas a adoptar para evitar una evolución desfavorable de la situación presente, además de elaborar un programa de mantenimiento”.

En función del uso que se pretenda dar a la estructura, se estudiarán los condicionantes que el estado del cargadero de mineral plantea a dicho uso y se determinarían las medidas de reparación y refuerzo que fuesen necesarias para su completa utilidad en un futuro.

El pasado mes de octubre, en declaraciones a LA VOZ DE ALMERÍA, la presidenta de la Autoridad Portuaria, Carmen Ortiz, se mostró “dispuesta a estudiar” una posible cesión de uso del Cable Inglés al Ayuntamiento de la capital para su mejora. El monumento ha sido objeto de discrepancias políticas entre varias administraciones.