La Fiscalía Provincial de Almería solicita una condena de cinco años de prisión para un ciudadano español acusado de un presunto delito de abusos sexuales a su propia hija, una pequeña de apenas dos años de edad. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA, el procesado J. de 46 años de edad “realizó con ánimo libidinoso distintos tocamientos en sus partes íntimas” a la niña, “aprovechando que tenía a la menor en su compañía en cumplimiento del régimen de visitas”.
Los hechos se remontan a finales del mes de diciembre de 2015. La madre de la pequeña presentó una denuncia en Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) la Comandancia de la Guardia Civil de Almería ante las sospechas de un presunto caso de abusos sexuales por parte de su ex pareja. La investigación correspondió a los agentes del Emume (Equipo Mujer Menor), especializado en las pesquisas sobre delitos de carácter sexual, violencia de género y malos tratos en el ámbito familiar.
La denunciante detectó gestos obscenos de su hija que, según su testimonio, reproducían comportamientos realizados anteriormente por su padre. Una cuidadora de la menor confirmó posteriormente ante la autoridad judicial la existencia de estos gestos, impropios de una niña de tan corta edad. Además, la niña presentaban “una conducta tremendamente sexualizada” y repetida en varias ocasiones, añadió en su relato la mujer ante los agentes del Emume de la Guardia Civil.
Exploración médica
La menor fue atendida por los servicios de Urgencias Pediátricas del Complejo Hospitalario de Torrecárdenas (Almería) para una exploración sobre las posibles lesiones, marcas u otros indicios de abusos sexuales. Los facultativos detectaron un “enrojecimiento” en sus genitales.
La Guardia Civil abrió diligencias y llamó a J. de 46 años de edad a declarar a sus dependencias en calidad de “investigado no detenido”. El acusado no prestó declaración inicialmente, aunque durante el proceso judicial achacó la denuncia a las discrepancias abiertas con la madre por el régimen de visitas a la pequeña, entonces de solo dos años.
El padre tenía, no obstante, una orden cautelar de alejamiento respecto a la madre por una segunda causa penal abierta, anterior, motivada por unos presuntos malos tratos durante la relación de la pareja.
Alejamiento
El Ministerio Público pide una condena de cinco años de cárcel, cinco años de libertad vigilada y ocho años de alejamiento (una distancia de 500 metros). Además, solicita el pago de una indemnización de 3.000 euros por los daños morales causados a la víctima, siempre según el escrito de acusación.
La denunciante describió en su testimonio otras supuestas conductas inapropiadas del padre hacia la pequeña (un relato de enorme dureza dada la corta edad de la afectada), aunque la Fiscalía Provincial de Almería no introduce valoraciones al respecto en su escrito de acusación.
Por su parte, el acusado alegó que no existen testimonios sobre una supuesta animadversión de la niña hacia su padre en las visitas realizadas al Punto de Encuentro Familiar y la guardería.
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