Nochevieja y cenas de empresa confirman el "momento dulce" que vive la hostelería

Se acabaron las fiestas. Los almerienses se han despedido ya de la Navidad, los Reyes Magos, los turrones, los mantecados y de las incontables comidas y cenas con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo que, durante las últimas semanas, han llenado bares y restaurantes hasta el punto de hacer casi imposible encontrar una mesa sin reserva previa en la mayoría de los establecimientos.

De hecho, a falta de confirmar cifras concretas, desde el gremio de hosteleros aseguran que Almería vive “un momento dulce después de años amargos”. Así, al menos, los afirma el presidente de Ashal, Diego García, quien señala que en la capital “se nota un repunte en el sector de la restauración” así como una “activación del consumo”.

Uno de los ‘medidores’ clave para confirmar que el consumo en bares y restaurantes ha crecido tiene que ver con la cantidad de producto que adquieren los propios establecimientos. La compra de barriles de cerveza “ha crecido entre uno y dos por negocio” así como la cantidad de refrescos lo que confirma que hay más clientes y que se consume más, “así que es cierto que ha habido un repunte”.

Relaciona este “dulce” momento el presidente de Ashal también con el aumento de las cenas de empresa y familiares “que habían experimentado un descenso” en los últimos años pero que, ahora, están suponiendo “un pico de gasto bastante importante”, llenando durante casi todas las jornadas bares, restaurantes y hoteles de Almería y su provincia. Unos encuentros que se han convertido en tradición imprescindible en pocos años. 

También nota una mejora en las cenas y fiestas de Nochevieja, tanto en la capital como en la provincia, que han llenado hoteles durante esta fecha tan señalada. 

“Los hoteles tenían completas las reservas para sus fiestas de Nochevieja desde semanas atrás”, comenta García. Además, destaca que, incluso, ocurría en hoteles de cinco estrellas y, por lo tanto, de precios elevados.
Ahora, para Diego García lo que resta a Almería es que esta mejora de la situación en el sector que representa se traslade también al del comercio tradicional “que es el que peor lo está pasando”.