Almería, la sexta provincia con más personas desaparecidas

Informe del Ministerio de Interior revela de las 214 denuncias,4 son especialmente preocupantes

Ficha de Manuel Batista en la web de la Policía Nacional.
Ficha de Manuel Batista en la web de la Policía Nacional.
Rosa Ortiz
11:02 • 14 ene. 2018

30 de octubre de 2009. 27 días después de la desaparición de Lourdes García, su familia se concentró en la Plaza de las Velas de Almería -era la cuarta vez que lo hacía ese mes-, puso una pequeña tarta de chocolate sobre una mesa de camping cubierta con un mantel blanco y colocó 35 velitas, una por cada año que cumplía la joven. 




Fue una celebración desoladora, envuelta en un manto de pesadumbre. Su rastro se había perdido un sábado a mediodía, poco después de salir del trabajo, en una gasolinera de la Urbanización de Roquetas de Mar. A los dos días de la desaparición de la mujer, su coche fue encontrado abierto y con las llaves en el contacto, cerca de la Plaza de Toros de la localidad. Había tierra en su interior. Tres años más tarde, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregaron al juez de instrucción nuevos datos sobre la investigación, que se había centrado en el paraje




El Mohullo y los alrededores de los pueblos de Enix y Felix, de donde, supuestamente, procedían los restos de arcilla que se hallaron en el vehículo. 




Desde entonces, y han pasado ya ocho años y tres meses, la desaparición de Lourdes nunca ha dejado de investigarse. Las pesquisas se mantienen abiertas por parte de la UCO, encargada del caso casi desde sus inicios. Se trata de la misma unidad que ha resuelto la desaparición y muerte de Diana Quer, agentes curtidos en investigaciones complejas como homicidios y secuestros o tráfico de personas. “¿Qué pasaría si al árbol de su familia le desgajasen una rama; si un día va a buscar a su hijo a la escuela y no lo encuentra; si una noche tiene que dejar encendida la lamparilla de la mesa de noche porque no oye a su hija abrir la puerta?”. Todas estas preguntas, aún sin respuesta, se las sigue haciendo la familia de Lourdes, que soporta el inacabable duelo de su desaparición desde aquel aciago 3 de octubre de 2009. 




Alto riesgo
El de esta mujer es uno de los cinco casos de riesgo alto que hay confirmados en Almería (uno ya resuelto), según los datos recogidos en el  ‘Informe sobre personas desaparecidas en España’ realizado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Son aquellos sobre los que existen indicios como para sospechar que la vida o la integridad física del desaparecido esté en riesgo.




Luego hay que sumar otros dos más de riesgo alto no confirmado y 207 casos de desapariciones que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad incluyen en la categoría de “riesgo limitado”. En total, según este informe, Almería cuenta con 214 denuncias activas por desaparición de personas. La provincia es la sexta a nivel nacional (después de Cádiz, Barceona, Madrid, Granada y Málaga) y la cuarta andaluza con más casos abiertos. 




Las incógnitas no reveladas en el caso de Lourdes García se mantienen abiertas también en el expediente que la Policía Nacional guarda sobre Manuel Batista. El hombre, 56 años y paciente de Salud Mental, fue visto por última vez tras recoger su medicación la mañana del 15 de julio de 2016, en el Centro de Alta Resolución Bola Azul. Su rastro se perdió a la salida del hospital. “Fue como si se hubiera esfumado de repente”, explican fuentes policiales. A Batista tampoco se le ha dejado de buscar ni un solo día en este año y medio largo. 




“Las investigaciones siempre se mantienen abiertas aunque haya un archivo provisional de la causa”, explica el capitán José María Zalvide, responsable de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Almería. En su escritorio sigue el caso de Juan Antonio Esteban, profesor de Contabilidad de la Universidad de Almería, cuya desparición fue denunciada el 15 de enero de 2013. El de Francisco Soto, desaparecido en Níjar el 18 de mayo de 2017, se resolvió fatalmente a finales de septiembre. El hombre, con Alzheimer, se perdió al salir de la residencia en la que estaba ingresado. Su cadáver fue encontrado en un paraje rural de Campohermoso. 


La Policía, mientras, sigue investigando la ausencia de Juan Antonio Sánchez, de 38 años y vecino de El Ejido, desaparecido en la madrugada del 20 de diciembre de 2009 en el barrio de Oliveros.



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