Cinco minutos de juicio bastaron. La Audiencia Provincial de Almería condenará a A. E. a un año de cárcel por transportar a un inmigrante irregular en un hueco habilitado en el motor de una furgoneta, interceptada en el control de pasajeros, vehículos y equipajes del ferry procedente de Marruecos.
El acusado reconoció en la sala de vistas el plan para pasar la frontera ilegalmente, aunque negó el cobro de dinero. “Lo hice para ayudarle”, a preguntas del fiscal Jesús Gázquez. El Ministerio Público rebajó la petición de cárcel de cuatro a un año por un delito contra los ciudadanos extranjeros. Le aplica la atenuante de confesión para matizar la pena de cárcel.
Por su parte, el segundo acusado M. A. queda exonerado de responsabilidades en el proceso judicial. Las versiones de ambos son coincidentes. Se conocieron en el ferry y acordaron viajar hasta Murcia para repartir los costes de la gasolina. Sin embargo, M. A. desconocía la existencia de un chico oculto en la plataforma interior del turismo.
El fiscal Jesús Gázquez retiró la acusación en su contra y el joven de 31 años de edad y origen marroquí abandonó la sala de vistas, absuelto antes incluso de conocer la sentencia de la Sección Tercera.
A. E. de 51 años de edad embarcó en el Puerto de Melilla con una furgoneta. En la zona del motor habilitó un hueco y una plataforma suficientes para ocultar a una persona. Durante la travesía por el Mar de Alborán conoció a M. A. y acordó repartirse los gastos de combustible una vez superado el paso fronterizo de Almería.
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