Cientos de personas piden que el tren siga llegando a la capital

No parece que la Mesa del Tren de Almería ni los comités de empresa de Adif y de Renfe se vayan a rendir fácilmente; siguen reclamando que el tren llegue hasta la capital en lugar de quedarse en la estación de Huércal.

Como no parece tampoco que Fomento y el Adif vayan a rectificar su intención de trasladar la estación a la localidad huercalense cuando se inicien las obras de soterramiento en el paso a nivel de El Puche que, según sus previsiones, se iniciarán en poco más de un mes.

Discrepancias
Para la administración el cambio es a estas alturas inviable porque supondría retrasar varios meses las obras. Para la Mesa es sólo una forma de justificar una decisión que ya se tomó sin tomar en consideración la propuesta de construir un by-pass que permitiera a los trenes seguir llegando a la capital “y además con un coste notablemente más reducido”, alegaban desde la Mesa.

Esa posición inflexible ha llevado a la Mesa y a los comités de empresa de las dos empresas públicas que gestionan el transporte ferroviario, Adif y Renfe, a poner en marcha una nueva campaña reivindicativa, en este caso bautizada como ‘ElTrenesCapital’, para tratar de ablandar a los responsables de estos proyectos y que el tren tenga llegada en Almería.

Consecuencias
Advierten, tanto la plataforma ciudadana como los representantes de los trabajadores ferroviarios que permitir que la estación de Almería sea la de Huércal supone, de hecho, alejar un poco más a los almerienses del tren, empeorando unos servicios que ya de por sí son altamente deficitarios. Así lo expresaba el manifiesto leído ayer en la concentración celebrada a las puertas de la Estación Intermodal: “ahora comienzan una obras que aportan solución a un problema de Almería, las del paso a nivel de El Puche, pero la alegría no es completa porque nos condenan a perder la estación, no piensa que para los usuarios del tres esto supone una nueva condena en forma de un desplazamiento extra de personas y de medios que aumentará el coste de viajar en tren, que prolongará los tiempos de viaje entre 20 y 30 minutos más para cada uno de los trayectos con Madrid, Granada o Sevilla, una cuestión nada despreciable porque ya tenemos los servicios más lentos del país”.

Movilización
A la llamada de los organizadores de esta concentración acudieron entre 400 y 500 personas en una tarde desapacible que amenazaba lluvia. Varias pancartas reclamaban mantener la estación en Almería, otras varias un ferrocarril digno para la provincia o la conexión del tren con el puerto, entre otras reivindicaciones conocidas.

Al fondo de todo ello el temor a que unas obras que en teoría no deberían sobrepasar los diez o doce meses, se prolonguen finalmente durante muchos más. Miran el ejemplo de Granada, que acumula ya mil días sin salidas de trenes, el triple de lo que se había previsto cuando se iniciaron las obras de la línea férrea en aquella ciudad.

Los olvidados  
La concentración de ayer a las puertas de la Estación Intermodal se convertía también en una denuncia ante el abandono de la provincia, “que lamentablemente no llega a estar nunca entre las prioridades de los gobiernos y así pasa que solemos ser los últimos en beneficiarnos de las mejoras”.

El manifiesto leído ayer por una trabajadora de Adif en Almería recordaba que Almería suele ser la última en recibir los beneficios inversores, y así ha sido con multitud de proyectos como la Autovía de Andalucía, “que llegó diez años más tarde que al resto de las provincias andaluzas”, en el hecho de ser los últimos en engancharse a la alta velocidad ferroviaria, los únicos en los que el Corredor Mediterráneo será de una sola vía, “porque hasta Murcia llega en doble vía”, o los últimos en tener un puerto conectado con la red ferroviaria de entre los grandes puertos del Estado”.