El primer impulso en la investigación sobre la desaparición del pequeño Gabriel Cruz en la barriada de Las Hortichuelas puso el foco sobre D. M. F. A. de 42 años de edad y vecino del municipio de Antas. La Guardia Civil movió sus piezas con la máxima velocidad en las primeras horas del suceso y arrestó a D. M. F. A. como principal sospechoso de la desaparición en Níjar.
La detención se produjo el pasado 28 de febrero y se sostenía sobre un dato objetivo, el quebrantamiento de la orden de alejamiento sobre Patricia Ramírez, madre del menor. D. M. F. A. anuló la señal de la pulsera de seguimiento GPS en las horas del suceso en Las Hortichuelas y abrió la primera gran línea de investigación para los agentes.
El sospechoso, condenado por un delito de acoso a la madre de Gabriel Cruz, pasó por los calabozos de la Guardia Civil. Sin embargo, los agentes agotaron el tiempo de custodia de 72 horas sin conseguir un testimonio que le vinculara presuntamente con la desaparición del niño en Níjar.
Su perfil psicológico tampoco ofrece oportunidades a los investigadores. D. M. F. A. de 42 años sufre un trastorno bipolar diagnosticado hace una década y requiere un tratamiento con fármacos. Según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, mostró un carácter muy reservado, encerrado sobre sí mismo e incluso con características de un trastorno depresivo agudo.
Estos rasgos se esbozaron en la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número Uno de Almería por un segundo caso de acoso a la mujer juzgado el 14 de febrero de 2018 (dos semanas antes de la desaparición del niño en Las Hortichuelas. “El acusado presenta una alteración afectiva de base que le determina una percepción alterada de la realidad, que supone una capacidad parcial para comprender la naturaleza e ilicitud de los hechos enjuiciados”, señala el magistrado Luis Miguel Columna. Esta “alteración afectiva de base” de D. M. F. A. estaría vinculada directamente con el cuadro de trastorno bipolar, diagnosticado y tratado con fármacos desde hace una década.
En prisión
El acosador negó, en todo caso, su participación en la desaparición del pequeño Gabriel Cruz y, sin pruebas concluyentes de cargo, la Guardia Civil no presentó acusaciones en su contra. Sin embargo, D. M. F. A. no quedó en libertad. En su historial contaba con una sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número Tres de Almería el 7 de noviembre de 2016 por un delito de acoso.
La resolución era firme y estaba pendiente de ejecución. Esta sentencia de tres meses de prisión es la que mantiene actualmente a D. M. F. A. en el centro penitenciario de El Acebuche.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la propia Patricia Ramírez desvincularon públicamente al acosador de la desaparición del pequeño Gabriel, aunque la Guardia Civil agotó el tiempo de custodia para explorar esta vía de investigación.
Un periodo 'ciego'
D. M. F. A. negó su vinculación a la desaparición del niño Gabriel Cruz y presentó coartadas para aquella tarde. Este vecino de Antas rechazó que viajara a Las Hortichuelas (Níjar) y la Guardia Civil trabaja para comprobar su versión con testigos.
Los agentes reconstruyeron la secuencia de movimientos del menor, pero cuentan con una periodo ‘ciego’ entre la salida del pequeño sobre las tres y media (estaba a cargo de padre) y las ocho de la tarde, cuando se percataron de la ausencia y denunciaron la desaparición. Esas horas abren el abanico de la huida a cientos de kilómetros.
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