Otra jornada de busqueda que acaba sin novedades en la investigación

Un día más sin noticias. Demasiados. Ayer casi 400 personas participaron en el efectivo de búsqueda del pequeño Gabriel Cruz, del que no se tienen noticias desde la tarde del pasado 27 de febrero. En el dispositivo que volvió ayer a peinar las zonas de búsqueda, la primera de ella con un radio de seis kilómetros y la segunda que se prolonga hasta los doce al noroeste del lugar donde se le vio por última vez, estuvieron presentes los especialistas de los servicios de emergencias, agentes de la Guardia Civil entre los que se incluyen los GEAS del Grupo de Especialidades Subacuáticas, la unidad canina y equipos ecuestres, el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), Protección Civil, Policía Local de Níjar, agrupaciones de Protección Civil de distintos municipios, Bomberos de varios parques; Cruz Roja, Infoca y cerca de doscientos voluntarios particulares que ayer volvieron a la zona para participar de manera desinteresada en la búsqueda de Gabriel.

Sin resultados
Las rutinas fueron las mismas de los últimos días. Organización para las batidas y grupos que se reparten por zonas que van saliendo hasta esos lugares con minutos de diferencia. Las “zonas selectivas” a cargo de los especialistas que volvieron a poner todo de su parte sin resultado.

Repaso por zonas, alguna de ellas que se han “revisado” en varias ocasiones, pozos y barrancos. Los equipos ecuestres que llegaron desde Valdemoro, en Madrid, accediendo por terrenos mojados y embarrados, en algunos casos, por las lluvias de los últimos días. Mismos colores. Los marrones y ocres habituales de la zona que se van combinando con el verde que en Cabo de Gata se torna protagonista durante los meses de enero a marzo. Pero nada.

Sentimientos encontrados
Desde primera hora de la mañana hasta pasadas las siete de la tarde, cuando el sol se va perdiendo entre las montañas, un trabajo que lejos de querer convertirse en rutina, se hace con las mismas ganas e ilusión de encontrar a Gabriel. O en su defecto, de alguna pista que pueda conducir hasta él, para que vuelva donde debe estar, con sus padres. Unos padres que ayer siguieron combinando esa mezcla de desesperanza y optimismo tras la concentración del viernes en la capital donde miles de personas volvieron a mostrarles que ‘Todos somos Gabriel’ y que estamos con ellos, más lejos o más cerca, pero con ellos y con las dos familias a los que las horas se les hacen cada vez más largas.

Hoy domingo, vuelta a empezar. A echar las redes para poder encontrar al pescaíto.