El juez Rafael Soriano, motor en el corazón de la ‘Operación Nemo’

El instructor, condecorado por Policía Nacional y Guardia Civil, se volcó en el caso de Gabriel Cruz

El magistrado Rafael Soriano, condecorado por la Policía Nacional en 2012.
El magistrado Rafael Soriano, condecorado por la Policía Nacional en 2012. La Voz
Javier Pajarón
20:44 • 16 mar. 2018

Una fuerza invisible y silenciosa impulsa el mecanismo del universo. La estructura se mueve guiada por su atracción, como un imán atrapa un trozo de metal. Aristóteles la bautizó como “el motor inmóvil” y ofreció siglos de debate filosófico sobre su naturaleza.




La Operación Nemo de la  Guardia Civil tiene su propio engranaje, agentes interconectados en un complejo sistema de investigación sobre la desaparición del pequeño Gabriel Cruz, y también una fuerza silenciosa, el magistrado Rafael Soriano.




Detrás de los registros domiciliarios, las reconstrucciones, las escuchas y los seguimientos de las últimas dos semanas está la figura del responsable del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería.




Rafael Soriano se volcó en el caso de Gabriel Cruz desde el primer momento, siempre en coordinación y en contacto directo con los agentes de la Guardia Civil encargados del esclarecimiento del crimen del niño de ocho años.




La implicación casi personal del magistrado por colaborar en la resolución del caso se ve reflejada en el duro auto de prisión dictado el pasado jueves y adelantado por LA VOZ DE ALMERÍA. El instructor empatiza con las víctimas de la “falta de sentimientos y humanidad” de la acusada Ana Julia Quezada a la vista de las pruebas de cargo.




De hecho, el sufrimiento infligido a la familia con “una falsa apariencia de preocupación” en los días posteriores a la desaparición de Gabriel Cruz llevaron al magistrado a incorporar entre las acusaciones un delito contra la integridad moral. 




La fiscal
Elena Fernández estimó la existencia de indicios de presuntos delitos de detención ilegal y asesinato. Sin embargo, el juez fue más allá en la protección de las víctimas, consciente del impacto para Ángel Cruz y Patricia Ramírez.




Implicación
Y mucho más. Rafael Soriano siguió de cerca la captura de Ana Julia Quezada en el trayecto desde la finca familiar de Rodalquilar, donde fue grabada sacando el cuerpo del pequeño de un agujero ubicado junto a un aljibe, hasta la Puebla de Vícar.


La tarde de ese domingo el instructor visitó personalmente la Comandancia de la Guardia Civil de Almería para entrevistarse con los mandos y conocer el resultado de la Operación Nemo


Su figura con traje gris y sombrero pasó desapercibida a los medios de comunicación nacionales cuando salió caminando de las instalaciones de la Benemérita, a media tarde, mientras se hacía paso entre las decenas de manifestantes que empezaban a congregarse a las puertas para increpar a la presunta asesina de Gabriel Cruz.


El martes se trasladó hasta la finca de Rodalquilar para dirigir la reconstrucción de los hechos con la autora confesa del crimen y durante las jornadas del miércoles y viernes realizó el interrogatorio  de la detenida, parte absolutamente esencial para el futuro juicio contra Ana Julia Quezada.


El procedimiento no le quedará grande. Soriano es probablemente el magistrado instructor más experimentado de Almería en la actualidad. Quienes le conocen personalmente hablan de un “juez valiente y riguroso”. Su historial le avala.


Trayectoria
La nómina de casos alumbrados en su despacho, primero en la sede judicial de Canónigo Molina Alonso y luego en la Ciudad de la Justicia da para reconstruir buena parte de la memoria criminal de Almería.


A saber, Caso Titulines (permisos de navegación en 2005), Caso Telvent (querella contra el Ayuntamiento de Almería en 2006), Muerte de José Ángel Bru (asesinato en 2008), Operación Bobina (robo de cable en 2011), Operación Póker (robo a hosteleros en 2012), Operación Hiena (crimen organizado en 2012),  Doble Crimen de Costacabana (tiroteo en 2012), Operación Lazarillo (explotación de mendigos en 2012), Operación Korowai (droga caníbal en 2016) y la investigación de la UDEF sobre adjudicaciones del Ayuntamiento de Almería (2018). 


Esta lista es una brevísima muestra de su trayectoria, que añade su caso más mediático con la detención de Ana Julia Quezada por el asesinato de Gabriel Cruz.


Rafael Soriano es asiduo participante en conferencias y encuentros jurídicos. Es frecuente verle en actos solemnes de instituciones policiales y judiciales de la provincia de Almería.


El Cuerpo Nacional de Policía le entregó en octubre de 2012 la Medalla al Mérito Policial con distintivo blanco por su estrecha colaboración en operaciones contra el crimen en Almería y sensibilidad con la labor de los agentes. 


Cuatro años más tarde, recibió también la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco “por su cooperación con la Comandancia de Almería y por su defensa de los valores de la seguridad ciudadana”.



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