La investigación busca drogas en la autopsia del pequeño Gabriel Cruz

Ana Julia Quezada duerme en un calabozo del módulo de mujeres de El Acebuche como presunta autora del asesinato de Gabriel Cruz Ramírez, sin embargo, la investigación continúa abierta y afronta diligencias cruciales para el desarrollo del futuro juicio oral. Rafael Soriano, magistrado instructor de la llamada Operación Nemo, y los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería recopilan el mayor número posible de pruebas contra la sospechosa. Sin cabos sueltos.

En este sentido, el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería espera el resultado definitivo de la autopsia de Gabriel Cruz Ramírez para clarificar las circunstancias del crimen. Los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería entregaron un informe preliminar con la causa probable (asfixia) y la data de la muerte (27 de febrero). No obstante, ambos datos deben ser corroborados con análisis más completos.

Además, la investigación espera un informe técnico del Instituto de Toxicología para determinar si existen restos de fármacos en el organismo de Gabriel Cruz Ramírez y si pudo ser drogado antes del crimen en la finca familiar de Rodalquilar.

Este elemento es muy importante en la calificación del delito de detención ilegal (secuestro) y desmontaría la versión ofrecida por Ana Julia Quezada. La detenida aseguró en su confesión que el menor se subió voluntariamente en el coche en Las Hortichuelas (Níjar), sin necesidad de utilizar la fuerza y sin engaño. Frente a la declaración de Ana Julia Quezada, la investigación busca indicios de un “macabro plan criminal”, en palabras del magistrado Rafael Soriano en el auto de ingreso en prisión. 

Registro
De hecho, según fuentes policiales consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, la Guardia Civil descubrió una bolsa con ansiolíticos en el registro del vehículo de Ana Julia Quezada el pasado domingo 11 de marzo en La Puebla de Vícar.
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil seguían a la ex pareja de Ángel Cruz desde los primeros días de la investigación y, especialmente, desde el hallazgo de una camiseta del niño cerca de una depuradora en Las Negras.

La UCO tendía una trama a Ana Julia Quezada, colocó micrófonos en su vehículo y esperó los movimientos de la sospechosa. Entre las 10.30 horas y las 11 horas de la mañana de ese domingo, la acusada sacó el cuerpo de Gabriel Cruz Ramírez de un hoyo excavado con una pala entre el aljibe y la casa.

Los agentes fotografiaron a la sospechosa mientras introducía el cuerpo del menor en el maletero del automóvil, envuelto en una toalla. Luego siguieron a Ana Julia Quezada hasta La Puebla de Vícar, con una parada intermedia en Almería, y la arrestaron unos metros antes de acceder a los aparcamientos de un bloque de viviendas.

En el registro del automóvil los agentes de la UCO descubrieron la bolsa de ansiolíticos, incorporada a las diligencias del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería. Luego se producirían dos nuevos registros en el domicilio en Vícar y en la finca de Rodalquilar. El magistrado Rafael Soriano decretó el mediodía del jueves prisión provisional, comunicada y sin fianza para Ana Julia Quezada por detención ilegal, asesinato y delito contra la integridad moral.