Gabriel Cruz murió una hora después del secuestro, según un nuevo informe

Toxicología confirma que el niño murió asfixiado entre una y dos horas después de comer

Reconstrucción del crimen con Ana Julia Quezada
Reconstrucción del crimen con Ana Julia Quezada La Voz
Javier Pajarón
22:35 • 04 abr. 2018

El pequeño Gabriel Cruz Ramírez murió asfixiado entre “una y dos horas” después de comer en la casa de su abuela en pedanía nijareña de Las Hortichuelas, según una ampliación del informe forense adelantado por LA VOZ DE ALMERÍA. El análisis realizado por los especialistas del Instituto de Toxicología de Sevilla revela un fallecimiento en las primeras horas del presunto secuestro a manos de Ana Julia Quezada, entonces pareja sentimental del padre y autora confesa del crimen del niño.



La información está ya en manos del magistrado Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería, y confirma las conclusiones preliminares de la autopsia realizada a Gabriel Cruz en el Instituto de Medicina Legal de Almería (IML). Los forenses dataron la muerte del niño de ocho años el 27 de febrero, es decir, el mismo día de la desaparición en Las Hortichuelas. Sin embargo, el informe apenas esbozaba las condiciones de la muerte por asfixia.



Ahora el Instituto de Toxicología de Sevilla aquilata la franja horaria de la muerte. El niño salió de la vivienda de la abuela paterna sobre las 15.30 horas de aquel día y murió poco después, antes incluso de que se presentara una denuncia ante la Guardia Civil por la desaparición. Por tanto, este informe pericial descarta la existencia de un cautiverio prolongado del menor de ocho años y ayuda a comprender el recorrido de Ana Julia Quezada y Gabriel Cruz Ramírez desde Las Hortichuelas hasta la finca de Rodalquilar, a unos cinco kilómetros de distancia.

Estómago
Como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA el pasado 20 de marzo , el magistrado Rafael Soriano solicitó a Toxicología el análisis de unas muestras de comida recogidas en el estómago del niño en la autopsia en el IML. El instructor utilizó una técnica común en criminología, destinada a averiguar si el chico fue alimentado durante el periodo de la presunta detención ilegal. Los investigadores conocían la comida ingerida por el menor en las horas previas gracias a la declaración de los familiares. El informe aportado en los últimos días al Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería resuelve esta incógnita.



Ana Julia Quezada de 43 años de edad está acusada de tres presuntos delitos, a saber, detención ilegal, asesinato y contra la integridad moral. Permanece en el módulo de mujeres de la prisión de El Acebuche desde el pasado 16 de marzo. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, afirmó ayer que la Guardia Civil pondría todos los recursos para acelerar sus investigaciones.







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