La carta completa en la que Ana Julia pide perdón: "fue un accidente"

"Me asusté mucho. No fui lo suficientemente fuerte para decirle a nadie lo que había pasado"

Captura de las imágenes emitidas por Telecinco.
Captura de las imágenes emitidas por Telecinco. La Voz
Luis F. Bonilla
11:57 • 12 abr. 2018

La presunta asesina del niño Gabriel Cruz ha respondido en una carta al Programa de Ana Rosa en la que se disculpa por lo ocurrido: "Ante todo, pedir perdón a toda la familia de Gabriel y a todas las personas a las que he hecho daño". Ana Julia Quezada mantiene que "Fue un accidente y siempre lo diré, porque es la verdad"



En el escrito, que se ha hecho público esta mañana, se excusa diciendo que fue presa del pánico: "Me asusté mucho y el miedo te bloquea y eso me pasó a mí. No fui lo suficiente fuerte para decirle a mi pareja ni a nadie lo que había pasado y poco a poco me fui metiendo en una bola cada vez más grande"






A pesar de esto, Quezada asume, siguiendo su versión de los hechos, que: "Sé que no tengo excusa por el accidente. Quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo. Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que algún día me pueda perdonar".



No obstante, Ana Julia reclama también un trato justo. En su manuscrito dice estar "muy impactada por todas las mentiras que se han dicho sobre mí". Y pide humanidad: "Cometas el delito que cometas, nos tienen que tratar como personas". En este sentido, se muestra asustada ante las reacciones de algunas personas: "Veo que cogen una muñeca de plástico negra y la queman como si me quemaran a mí. No soy más monstruo que esas personas, y lo hice por un accidente, ellos lo hacían queriendo, son más monstruos que yo". Y lamenta los actos racistas: "Cuando hay gente de color blanco que cometen esos crímenes nunca he visto tantas barbaridades, eso se llama racismo y xenofobia".



El trato recibido



En la carta, relata haber pasado malos momentos durante el proceso de su detención: "A mí me han tratado muy mal ciertas personas. Por eso, cuando llegué a prisión, me pareció el cielo. Menos mal que aquí en prisión me siento bien y me tratan como es debido porque son profesionales. Incluso fueron a ver a mi familia a la República Dominicana y mi pobre madre sufre del corazón".




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