El Acebuche custodia a ocho terroristas

La cárcel de Almería recibió a históricos de la banda terrorista desde enero de 1987

En la prisión de El Acebuche cumplen condena actualmente ocho presos etarras.
En la prisión de El Acebuche cumplen condena actualmente ocho presos etarras. La Voz
Javier Pajarón
18:35 • 05 may. 2018

El centro penitenciario El Acebuche (Almería) es un activo en la política de dispersión de presos etarras, aunque su importancia en la acogida de terroristas ha disminuido considerablemente en los últimos años. La cárcel de Cuevas de los Medinas acoge actualmente a ocho etarras con crímenes de sangre o kaleborroka. Están clasificados como FIES (Ficheros de Internos de Especial Seguimiento) y, por tanto, con un especial régimen de vigilancia.


Sin embargo, el penal les recortó hace años el ‘privilegio’ de contar con un módulo para ellos solos y ahora se reparten por distintos departamentos, lo que permitió disminuir la conflictividad y frenar los actos de reivindicación que, como estrategia del colectivo de presos etarras, se repetían periódicamente en todas las cárcel de España.


Según los propios datos facilitados por los movimientos por el acercamiento de presos, en Almería permanecen Kepa Arronategi Azurmendi, Garikoitz Arruarte Santacruz, Josu Ginea Sagasti, Iñaki Krutxaga Elezkano, Andoni Otegi Eraso, Alberto Viedma Morillas, Lexuri Gallastegi Sodupe y Iratxe Yañez Ortiz de Barrón. Los colectivos solicitan un acercamiento para facilitar los contactos con las familias, ya que Almería se encuentra a unos 1.000 kilómetros del País Vasco.



‘Históricos’ de la banda
Por El Acebuche han pasado ‘históricos’ de la banda terrorista como Iñaki Erro Zazu alias 'Pelos' y Fernando del Olmo, ambos afectados por la derogación de la Doctrina Parot. También han pasado por Almería Irantzu Gallastegi Sodupe alias ‘Amaia’ y Javier García Gaztelu alias ‘Txapote’ (asesinos de Miguel Ángel Blanco).


Los primeros cuatro terroristas etarras ingresados en  El Acebuche llegaron en enero de 1987. La cárcel tenía apenas seis meses de vida y asumió el reto de custodiar a Jesús María Zabarte Arregui, Juan Trecet Sastre, Iñaki Bilbao Goicoechea y Apolinar Bilbao Inzanzua. Eran miembros del núcleo duro de la banda en los años más sangrientos





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