La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a los nueve miembros de una organización criminal responsable de dos alijos de hachís en la costa levantina, entre Águilas y Pulpí. El tribunal impone una pena total de 26 años de prisión para los traficantes por un delito contra la salud pública. Entre los acusados están tres personas residentes en Almería, Roquetas de Mar y Níjar.
La investigación de la Policía Nacional comenzó a finales de 2010 con la participación de especialistas de la UDYCO de Almería, UDYCO Central y GRECO Levante. Los agentes buscaban una red de narcotráfico conectada con el norte de Marruecos y dedicada a la introducción de grandes alijos de hachís en playas españolas.
La operación coordinada por la Audiencia Nacional se materializó en dos grandes intervenciones en la costa levantina. La primera supuso la captura de dos marineros en el Puerto de Águilas con un cargamento de una tonelada de hachís en diciembre de 2010. La droga estaba repartida en 35 fardos de arpillera y oculta en la bodega de un barco. Los agentes habían pinchado teléfonos y cazaron a los traficantes en la dársena del puerto murciano. Según las diligencias judiciales, la droga tenía un valor de mercado superior a los cinco millones de euros.
Sin embargo, el grueso de la organización seguía en la calle y los agentes vigilaban sus pasos.
En la segunda operación de captura, la Policía Nacional encontró un aliado inesperado. Un barco militar holandés se topó literalmente con la droga en alta mar. La dragaminas de la Armada Holandesa navegaba a mediados de junio por el levante almeriense en labores de vigilancia y lucha contra la inmigración ilegal. A unas 40 millas náuticas de la costa, los militares tropezaron con una lancha de unos cinco metros de longitud cargada de fardos de droga.
En alta mar
Los narcos emprendieron la huida y arrojaron los fardos al mar, sin embargo, la dragaminas consiguió recuperar 16 paquetes con un peso de 450 kilos. Luego entregaron a los marineros a una patrullera de Vigilancia Aduanera desplegada en la zona. La Policía Nacional había montado un dispositivo a la espera del desembarco de la droga y capturó al resto de la organización, salvo a un enlace con los productores establecidos en Marruecos.
La sentencia de la Audiencia de Murcia coloca a los tres almerienses en posiciones estratégicas para los alijos de resina de hachís. Un vecino de Retamar de 49 años de edad y un vecino de Níjar de 47 años eran los encargados de la logística en el primer envío. Debían hallar la embarcación necesaria para el transporte desde Marruecos. Mientras, un vecino de Roquetas de 44 años realizó contactos similares en la segunda operación, frustrado por los militares.
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