Más de 400 migrantes llegan a Almería en apenas 48 horas

Desde la noche del viernes hasta última hora de la tarde de ayer, es decir, en apenas 48 horas, Salvamento Marítimo ha trasladado al puerto de Almería a más de 400 personas. Un total de 596 de los 1.200 inmigrantes que han llegado a las costas andaluzas este fin de semana – cifra que daría para llenar dos barcos ‘Aquarius’ como el que ayer arribó al puerto de Valencia-, han sido rescatadas en el mar de Alborán a bordo de 13 pateras en un intenso fin de semana de rescates.

En torno a 200 de esas 596 personas fueron auxiliadas en el área de influencia de Motril (Granada), que el sábado se quedó sin espacio en el puerto para acogerlas a todas. El resto llegaron a Almería a bordo de los buques SAR Mastelero, Salvamar Spita y Guardamar Calíope y atendidas en tierra por los equipos de respuesta inmediata (ERIE) de Cruz Roja.

Puerto seguro

Por primera vez en años, los rescatados -casi todos hombres muy jóvenes, a excepción de una treintena de mujeres, varios menores en edad fronteriza y dos bebés que fueron auxiliado el viernes en una de las embarcaciones- durmieron ayer en un puerto seguro.

A pesar del cansancio y de la deshidratación provocada por horas de angustiosa travesía en alta mar, la mayor parte presentaba buen estado de salud. Sin embargo, cuatro hombres también de origen subsahariano que fueron auxiliados por el helicóptero Helimer 204 el sábado por la tarde (dos fueron sacados del agua directamente por el helicóptero, mientras que los otros dos habían sido rescatados por un buque que navegaba por la zona y dio aviso del hundimiento de la patera) todavía se recuperaban ayer en Torrecárdenas de una hipotermia severa.

La principal preocupación de Salvamento se cierne ahora tras el rescate de estas cuatro personas, que advirtieron que con ellas viajaban en una patera otros 43 inmigrantes.
A pesar de la intensa búsqueda desarrollada en la zona, en la que participan la embarcación Guardamar Calíope, una patrullera de la Guardia Civil, el helicóptero Helimer 204 y el avión Condor II del Frontex, al cierre de esta edición no había noticias de los desaparecidos. Aunque cada hora que pasa disminuye las esperanzas de encontrarles con vida, Salvamento ha pedido a los buques que navegan por la zona que estén  alerta por si pudieran avistar a alguna de estas personas.

Ayer, además, otra nave de Salvamento (en este caos, la  Salvamar Alcor) rescató a 35 inmigrantes más, entre ellos un bebé, que fueron localizados por el ferry Juan J. Sister mientras hacía el trayecto Almería-Melilla. Los rescatados llegaron a ese puerto pasadas las ocho de la tarde.

¿Por qué se habla del Aquarius y de esto no?

Mientras todas las miradas estaban puestas en el Aquarius y en los buques Orione y Dattilo (ambos de la Armada italiana) y en la recepción de los 630 migrantes a bordo, a las costas andaluzas llegaban este fin de semana el doble de personas, un total de 1.200, rescatadas en 72 pateras.

La diferencia en la atención política que han recibido ambos casos es tan evidente (ayer, por ejemplo, los ministros de Fomento y Sanidad, José Luis Ábalos y Carmen Montón detallaron en el Puesto de Mando Avanzado de Valencia el funcionamiento de todo el operativo, integrado por 2.300 personas, en tanto que aquí el rescate de las 400 personas llegadas desde el viernes lo hizo Salvamento con el apoyo en tierra de Cruz Roja), que abre un amplio espacio para el análisis.

A nivel político, la principal diferencia es que a los inmigrantes rescatados del Aquarius se les concederá un permiso especial de 45 días antes de que tengan que enfrentarse a la crudeza de la legislación española, mientras que a los que han llegado aquí se les aplicarán los trámites habituales. A nivel mediático, ayer en Valencia hubo más de 600 periodistas acreditados de 160 medios nacionales y europeos, incluso de China y Estados Unidos.

La explicación no está tanto en el volumen del número de migrantes rescatados sino la gestión del caso, que ha abierto una profunda herida en el seno de la Unión Europea tras la negativa de Italia y Malta a abrir sus puertos y la posterior decisión del Gobierno Sánchez de acoger a los migrantes. Porque, por lo demás, la situación es la misma: hombres, mujeres y niños que han realizado travesías de miles de kilómetros huyendo de la pobreza y que buscan en Europa una esperanza de futuro mejor.

“Lo que ha pasado en Valencia es lo que nosotros vivimos cada fin de semana cuando llega el verano. Cada semana, nuestro equipo técnico y de voluntarios se deja la vida en atender a los migrantes que llegan. Están súper preparados pero, a veces, el cansancio nos puede, nos acostumbramos aunque no deberíamos hacerlo”, contó ayer Fran Vicente, coordinador de Cruz Roja a este periódico.