“Soy partidaria de los medicamentos genéricos”

Entrevista a Arancha Linares, farmacéutica del Hospital Regional de Málaga

Arancha, casada y con una hija, se perdería “en los Escullos”.
Arancha, casada y con una hija, se perdería “en los Escullos”. Alberto Gutiérrez
Alberto Gutiérrez
21:42 • 29 jul. 2018

¿Qué es la farmacia hospitalaria?
La gente no sabe que hay farmacéuticos en los hospitales. Nos dedicamos al paciente hospitalario y tambiénal ambulatorio. Los fármacos que dispensamos son especiales, se usan para patologías concretas. Uno de nuestros trabajos es la seguridad del paciente y que los fármacos sean eficaces. Elaboramos medicamentos individualizados, por ejemplo en oncología. Y estudiamos todo el historial del paciente, teniendo en cuenta, además, que  puede tener varias patologías y los medicamentos pueden interaccionar.




¿Tratarse un cáncer en Houston es igual que hacerlo aquí?
Sí, es verdad. Los protocolos de los oncólogos de mi hospital son los que se utilizan en todos los países del mundo. En Andalucía se da el mejor tratamiento que hay.




¿Es cierto que los medicamentos genéricos se fabrican en otros países con controles menos rigurosos que en España?
No sé si eso es cierto o no, pero yo soy partidaria de los genéricos, si éste es igual que el medicamento de marca. El sistema tiene que ser sostenible. También hay medicamentos de marca que se hacen en La India...




¿Qué te parece la campaña que está llevando a cabo ‘Spiriman’ en Andalucía?
Positiva. Tenemos que mantener la Sanidad. No está bien asesorado, sin embargo, en el tema de los medicamentos genéricos. Pero estoy de acuerdo en la lucha que ha tenido contra la desfusión de los hospitales de Granada. Antes los hospitales querían tener muchos pacientes y hoy quieren gastar menos dinero. Cada vez hay menos personal y más pacientes y de éstos muchos son crónicos. Por eso estoy de acuerdo con los genéricos: ayudan a la sostenibilidad.




¿Por qué te marchaste a Málaga?
Me fui por el hospital. Quería trabajar en uno grande, como el Hospital Regional de Málaga, antes Carlos Haya. Se hacen muchos trasplantes, el materno-infantil es una referencia, igual que en esclerosis múltiple, artritis reumática, etc. También me fui porque es una ciudad muy parecida a Almería.




¿Qué o quién ha sido lo que más te ha marcado en la vida?
Mi padre, sin duda. Es la mejor persona que conozco. Siempre nos ha dedicado todo su tiempo. Y la experiencia de tener una hija. Ella me ha cambiado la forma de pensar.  




¿Qué tópico español es imprescindible?
Te diría que la siesta, pero hace mucho tiempo que no la duermo (risas). Las tapas, la cerveza y las terrazas. Soy muy de calle. Los españoles somos muy alegres.




¿Un día perfecto de verano?
En Aguadulce, en mi balneario particular, que es mi casa. Y en la playa de Villa África, con mis amigas de toda la vida, ahora con nuestros hijos. Pero es casi imposible porque casi todas están fuera.


¿Cuál fue el verano de tu vida?
Entre los 16 y los 18 años, con las motos, las fases de Aguadulce, todo aprobado y cero preocupaciones (risas).


¿El lugar donde te perderías?
Los Escullos. Allí me casé. Intento ir todos los veranos.


¿Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos?
Me gustaría que mi hija viviera en un mundo tolerante y con igualdades sociales, donde la mujer como madre tenga un papel importante. Y que la baja maternal se vea como una oportunidad de mejora para que alguien joven entre a trabajar durante esos meses, no para que se quede un hueco.


La última vez que te emocionaste...
Me emociono todos los días viendo a mi hija por la mañana, cuando me dice: mamá, te quiero. Antes no lloraba. Cuando estaba embarazada y vi el anuncio de Calzedonia que decía “Será niña” se me cayeron dos lagrimones. Desde entonces, me emociono mucho más (ríe).


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