“Luchamos contra el olvido. Queremos verdad, justicia y reparación ya”

Nieta de republicanos, Mercedes Colomera es la presidenta de la Asociación Memorialista Petra Álvarez, institución que nace para recordar a aquellos que dedicaron su vida a defender los valores democráticos.

¿Cómo nace la asociación memorialista?

Somos un grupo de personas concienciadas con el tema de la memoria democrática. Nuestro objetivo es trabajar contra el olvido de esa gente anónima que dedicó su vida a la lucha por la libertad y sufrió persecución y represalias por la defensa de los valores democráticos de justicia e igualdad. Especialmente de las mujeres, porque somos doblemente anónimas.

¿En qué se diferencia la memoria histórica de la democrática?

Tal y como lo entendemos nosotros, la memoria histórica se centra en tratar el franquismo y la represión, mientras que la democrática saca a la luz la lucha por las libertades y derechos sociales, independientemente de la época y el lugar en que estas se produjeron. Por ejemplo, el levantamiento de Los Coloraos. No nos queremos centrar solo en la Guerra Civil.

¿Por qué la habéis bautizado con el nombre de Petra Álvarez?

Esta almeriense es la representación perfecta de los nadie por tres motivos: es una mujer, anónima y portavoz de los olvidados.

¿Cuántas personas componen la asociación?

Ahora somos alrededor de cincuenta miembros, pero aspiramos a seguir creciendo. Entre noso-tros también se encuentra el hermano de Petra, Alberto Álvarez, que es socio honorífico y colaborador activo.

¿Qué le llevo a dirigir la asociación?

Me eligieron mis compañeros por votación. Siempre me he considerado nieta de un perdedor, pero no de un vencido porque seguimos aquí y no vamos a parar. 

¿Cómo pueden contactar con vosotros los ciudadanos para colaborar o asociarse?

A través de Twitter y Facebook se pueden poner en contacto con cualquiera de la asociación.

¿Por qué es importante darse a conocer en las redes sociales?

Es un escaparate dentro y fuera de Almería. Recibimos felicitaciones de gente de la provincia, pero también de otros puntos de España: Cataluña, País Vasco, Canarias… Gente que no nos conoce de nada se ha interesado por nuestra lucha y nos elogian por haber pensado en el nombre de una mujer. Al fin y al cabo, cuando acabó la guerra, las mujeres se hicieron cargo de todo. Se quedaron solas y demostraron ser valientes y luchadoras. Si nosotras conseguimos ser, las futuras mujeres serán.

¿Cuáles son los principios por los que os regís?

Estamos aquí para recordar los hechos e hitos acaecidos en la conquista de la libertad, la democracia, la igualdad de género, los servicios públicos y la justicia. Además, venimos a contribuir a la educación en valores democráticos de igualdad, empoderamiento de la clase trabajadora y el feminismo. 

¿Cómo os financiáis?

Hemos establecido una cuota anual de doce euros, una cantidad asequible a todos los bolsillos. 

¿Qué líneas de actuación vais a seguir?

Ya estamos en contacto con algunos historiadores para que puedan venir a dar conferencias sobre el tema. También queremos organizar jornadas de debate, exposiciones, conciertos, proyecciones de películas y documentales, excursiones y viajes a lugares de memoria, así como participar en los homenajes a Javier Verdejo, almerienses de Mauthausen y la manifestación republicana de abril.

¿Os coordináis con otras asociaciones?

Efectivamente. Las asociaciones memorialistas de Almería estamos todas a una, como los mosqueteros. Venimos a sumar.

¿Por qué es importante que los ciudadanos tomen conciencia sobre la memoria democrática?

Durante años se ha estado diciendo que fue una guerra que ganaron los buenos, pero Franco había jurado defender la República, por lo que en realidad fue un golpe de Estado. Deseamos contar las cosas como fueron para aprender de los errores cometidos y que no se vuelvan a repetir. Queremos verdad, justicia y reparación ya.

En defensa de esta memoria, ¿por qué habéis presentado una alegación contra el traslado del monumento de Los Coloraos fuera de la Plaza Vieja?

En primer lugar porque la libertad no se debe esconder. El original fue destruido con motivo de la visita de Franco a la ciudad y su reconstrucción fue aprobada en 1988 por todos los partidos políticos, incluidos algunos miembros del Partido Popular. Hay un estudio que dice que se puede romper y no entiendo la necesidad. El Parlamento andaluz está barajando declarar el monumento y su entorno —lo que afectaría también a los árboles—  Bien de Interés Cultural. Si esto se consigue, el monumento no se podrá mover de sitio.

Realmente el futuro de la memoriademocrática está en manos de las nuevas generaciones. ¿Qué se puede hacer para que los jóvenes comprendan la trascendencia de la historia? 

Desde la asociación vamos a intentar acercarnos a los institutos con conferencias y proyecciones. Queremos poner a su disposición las herramientas necesarias para que tomen conciencia de lo que pasó.