La Vuelta a España 2018 irrumpe este miércoles en las calles de Roquetas de Mar con un despliegue de recursos único. Organización, equipos ciclistas y patrocinadores combinan esfuerzos para impulsar el desarrollo de la emblemática prueba deportiva. Y para garantizar la seguridad de los participantes y de los espectadores, la Guardia Civil y la Policía Nacional movilizan un dispositivo compuesto por más de 200 agentes.
Ambos cuerpos cuentan con un grupo especializado y permanente adscrito a la carrera, que puntualmente se refuerza con recursos de las demarcaciones provinciales. Las unidades preparan el recorrido de las etapas, identifican los riesgos para el pelotón y toman medidas preventivas en labores de coordinación iniciadas con meses de antelación.
Además, se reparten las competencias. La Policía Nacional se ocupa de las salidas y las llegadas, generalmente ubicadas en núcleos urbanos, y gestiona la seguridad del llamado Parque Vuelta, un gran espacio público destinado a la promoción de la competición y de sus patrocinadores. Allí se instala cada día una carpa con información sobre la labor de la Policía Nacional. En total moviliza unos 80 agentes de Seguridad Ciudadana (unidades de intervención), Participación Ciudadana y Comunicación, así como guías caninos, Tedax y otros recursos aportados por la Comisaría Provincial de Almería.
"La UIP (Unidad de Intervención Policial) establecerá un dispositivo de
seguridad en la salida y en la meta de cada etapa, asumiendo la
protección de todas las instalaciones establecidas por la organización
como el control de firmas, la entrega de acreditaciones, estacionamiento
de equipos, pódium o control de dopaje", señala la Policía Nacional. "Igualmente se despliega un perímetro de seguridad en el primer centenar
de metros de carrera y el último kilómetro antes de la llegada a la
línea de meta".
Por otra parte, la Guardia Civil lleva a cabo la protección del recorrido de la prueba durante la etapa. El peso recae fundamentalmente en los GRS (Grupos de Reserva y Seguridad), en la Agrupación de Tráfico y en el helicóptero. Trabajan en la vanguardia cada día, unos kilómetros antes del paso de los ciclistas, para identificar puntos conflictivos para la circulación y riesgos asociados a la presencia de público. Su misión es clave. Señalizan los pasos más peligrosos, conducen el tráfico para evitar accidente y se emplean para evitar que los ciudadanos se cuelen en lugares indebidos durante la carrera.
"Para llevar a cabo esta labor, esta Unidad Móvil de Seguridad Vial desplaza durante todo el recorrido a un helicóptero, 58 motocicletas, diez vehículos todoterreno, seis monovolúmenes, un furgón taller, cuatro furgones, dos autobuses, un camión cisterna y 1 turismo", detalla la Benemérita. Suman 130 agentes.
"El cometido fundamental de esta Unidad es proporcionar seguridad y
movilidad a los corredores de la Vuelta, a los vehículos de
organización, de apoyo y a la caravana publicitaria, así como garantizar
la seguridad vial al resto de usuarios afectados por el desarrollo de
este evento deportivo", añade la Guardia Civil.
El despliegue se repetirá mañana en la salida desde Huércal-Overa y continuará hasta el próximo 16 de septiembre cuando las bicicletas encaren los últimos kilómetros de La Vuelta a España 2018 en Madrid.
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