La desaparición del pequeño Gabriel Cruz Ramírez la tarde del 27 de febrero generó una onda expansiva de solidaridad desconocida en Almería. La búsqueda en la Comarca de Níjar sumó el esfuerzo de 5.000 personas en un dispositivo de rastreo sin precedentes, roto por el dolor del hallazgo del cuerpo en el coche de Ana Julia Quezada en Vícar. En los últimos seis meses, las muestras de cariño se multiplicaron y convirtieron la escultura de La Ballena (junto al Cable Inglés) en un improvisado ‘altar’ en honor al pequeño.
El viernes, operarios municipales trasladaron los muñecos, dibujos, estampas, velas y otros enseres hasta unos paneles ubicados en el Parque de las Almadrabillas de Almería frente al Club de Mar. La mudanza es obligada por las obras de remodelación de La Ballena adjudicadas por el Ayuntamiento de Almería a la empresa Jarquil por algo menos de 200.000 euros, con un plazo de ejecución de un mes y medio.
El acuerdo alcanzado entre el gobierno local y Patricia Ramírez y Ángel Cruz es la colocación de una placa de homenaje al niño en el mismo lugar (el entorno pertenece a un Bien de Interés Cultural y requiere la autorización de la Consejería de la Cultura de la Junta de Andalucía).
Los padres han mantenido varios encuentros con el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, en las últimas semanas para definir los detalles. Ayer, la concejal de Fomento, Ana Martínez Labella, estuvo presente durante la mudanza de los recuerdos depositados en La Ballena.
Actos multitudinarios
Los padres del menor han agradecido reiteradamente los gestos solidarios de los ciudadanos desde la fecha de la desaparición. Además de los recuerdos colocados junto al Cable Inglés, los vecinos acudieron masivamente a las concentraciones convocadas en Puerta Purchena, la capilla ardiente en el patio de luces de la Diputación Provincial de Almería y el funeral en la Catedral.
Todos estas citas contaron con una nutrida presencia de ciudadanos, así como autoridades de todos los partidos y colores políticos. El funeral dejó pequeño el templo y los vecinos siguieron la misa a través de pantallas gigantes instaladas en la plaza almeriense.
Gabriel Cruz desapareció a primera hora de la tarde del 27 de febrero en un camino de Las Hortichuelas (Níjar). Ana Julia Quezada lo llevó en su vehículo hasta una finca familiar en Rodalquilar y lo asfixió con sus propias manos, según revela el sumario del caso elaborado por el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería. La ex pareja de Ángel Cruz ocultó el cuerpo durante 13 días hasta que, presionada por la Guardia Civil, lo desenterró y lo llevó a su casa en Vícar. Allí fue arrestada. El crimen provocó un enorme impacto y protestas en la Comandancia y los juzgados.
Los padres
Patricia Ramírez y Ángel Cruz decidieron finalmente no participar en el traslado de los enseres de La Ballena tras conocer la gran expectación suscitada entre medios de comunicación locales, regionales y nacionales. Los padres del pequeño Gabriel habían anunciado su presencia en Las Almadrabillas la mañana del viernes para compartir con los operarios municipales la mudanza de los recuerdos que, de forma espontánea y simbólica, cientos de ciudadanos anónimos colocaron en la figura del pez durante los últimos seis meses.
La voluntad de la familia era participar en el traslado de estos objetos como señal de agradecimiento a quienes recordaron al pequeño, sin embargo, querían hacerlo de forma discreta y evitando cualquier declaración a los medios. A primera hora del viernes comunicaron que no acudirían. “Lamentamos profundamente no poder acudir en el día de hoy, al traslado de la ballena por vernos emocionalmente turbados ante la situación, habiendo delegado el empeño en responsables del ayuntamiento y amigos a los que queremos agradecer”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/158430/el-altar-en-honor-a-gabriel-cruz-se-muda-de-la-ballena