“La arqueología democratiza la Historia”

¿En qué consiste tu trabajo?

Soy arqueólogo de la empresa Redexis Gas. Cuando hacemos excavaciones en el casco histórico, en zona BIC, todo lo que afecte al subsuelo está regulado por la ley del Patrimonio andaluz. Es curioso, porque desde los años sesenta ves los cambios que ha tenido la ciudad en saneamiento, canalizaciones eléctricas, etc., y te das cuenta del caos que tenemos. Aparecen restos, pero muy afectados por las canalizaciones anteriores.

¿Qué te has encontrado?

Almería estaba adoquinada, pero hemos comprobado que había adoquines de distintas épocas, extraídos de la sierra de Cabo de Gata. Hemos visto que las calles se apisonaban, que la calle Conde Ofalia se ensanchó: la línea frontal de las casas, de principios del siglo XX, en el siglo XVIII eran más anchas. Las casas se retranquearon. Ves que no hay un proyecto de ciudad y si lo hay no se ha aplicado. Almería no tiene carta de colores de fachadas en el casco antiguo. En Granada, por ejemplo, sí lo tienen.

¿Almería esconde todavía muchas maravillas bajo tierra?

Bueno, no sé si maravillas, pero el descubrimiento de los restos romanos en el Mesón Gitano sí fue importante, porque nos demostró que aquí había un asentamiento romano mil años antes de los musulmanes. Era algo que sospechábamos, pero que se confirmó.

¿Qué nos enseña la arqueología?

Democratiza la Historia. Los documentos los escribían grupos sociales con poder o quienes ganaban las guerras.  En la arqueología interpretas los datos que te encuentras. 

Lo que marca el inicio del Homo Sapiens, ¿es  la construcción de viviendas en comunidad, es decir, cuando abandona las cuevas y se asocia con otros seres humanos? ¿Esa es la medida de la inteligencia?

El Neardental ya era inteligente. De hecho, se ha descubierto que nosotros, los Homo Sapiens, tenemos un porcentaje de Neardental. Por otro lado, se ha llegado a conclusiones con pocos esqueletos. Para que te hagas una idea: en Atapuerca se descubrieron el doble de esqueletos de lo que se había estudiado hasta entonces por los científicos. 

Por otro lado eres un gran amante del patrimonio arquitectónico. ¿Qué destacarías más de la ciudad? 

El complejo de murallas del Cerro de San Cristóbal, la Alcazaba, los torreones de la Chanca. Creo que es el futuro del patrimonio de Almería.  

Existen muchas casas catalogadas y otras que teniendo similitudes no están protegidas. ¿Qué opinas sobre esto?

Hay un catálogo bastante exhaustivo, pero es verdad que te preguntas por qué éste sí y el otro no. Por ejemplo, la biblioteca, que tendrá el nombre de José María Artero, de estilo racionalista, está protegida, pero el edificio del 18 de julio, del mismo estilo, no.

¿Qué proyectos tienes en mente?

Con el Instituto de Estudios Almerienses tenemos uno muy interesante: vamos a hacer visitas a la catedral y al cementerio civil para ver el arte  funerario desde el punto de vista antropológico. Por mi parte, quiero escribir un libro sobre los errores históricos de la ciudad. Por ejemplo, Puerta Purchena ni está en Purchena ni la Puerta estaba ahí. O el Indalo, que se dice que está en la Cueva de los Letreros: hay algo parecido, pero tal cual no está en la cueva. También el Sol de Portocarrero, donde se tiene una confusión con el obispo Portocarrero, que incluyó el sol de la fachada de la catedral en su escudo. Debería llamarse de otra manera.

Acabas de venir de Madrid. ¿Mucho estrés?

Sí. acabo de venir de allí y fue muy estresante (ríe). Hace un tiempo estaba con un funcionario, en Almería, que recibió tres llamadas de teléfono y no me atendía. Me levanté y le dije que me iba para llamarle por teléfono, porque era la única manera de hablar con él (risas).