La antigua estación estará lista en febrero pero necesita una tercera fase

La antigua estación del ferrocarril ha abierto esta mañana sus puertas por unas horas. Lo hacía para que el subdelegado de Gobierno, Manuel de la Fuente, conociera de primera mano los trabajos en marcha y de paso, la prensa pudiera mostrar cómo el histórico edificio empieza a salir del olvido.

Tras la lona blanca que actualmente oculta la fachada se está trabajando en la limpieza de todos los elementos históricos, después de haber retirado la marquesina, con chorros de arena permitiendo así que recupere su imagen original. Esto permitirá que el nombre de Laurent Fargué pueda volver a lucir y que, tras arreglarse todo el sistema del reloj, éste vuelva a marcar el tiempo de espera a los viajeros.

En su interior se encuentra la mayor sorpresa que ha conllevado la visita, el conocer que para la puesta en marcha del edificio "con el uso que sea" hay que realizar una tercera fase de los trabajos ya que la pintura y puesta a punto de ninguna de la dos fachadas interiores, las que cuentan con la pintura sobre cerámica de la Virgen del Mar y la que ostenta el mosaico de Luis Cañadas, no se encuentra incluida dentro de la fase actual al igual que tampoco lo está la parte de la electricidad.

Explicaba el subdelegado de Gobierno que "esta tercera fase, para la que habrá que ponerse a trabajar cuanto antes, necesita tener definido el uso que se le va a dar al edificio". Conoce la petición del Ayuntamiento de la cesión del edificio pero "es solo algo que se ha hecho de forma verbal, no se ha tramitado ninguna documentación sobre el tema" por lo que considera que hay que sentarse con el ente municipal para ver la decisión que se toma ya que "también dependerá de la situación que vaya a tener este edificio con la llegada del AVE". Así que deja todo abierto a sentar en una misma mesa al Ayuntamiento, a Patrimonio del Estado y Adif.

Con respecto a las obras asegura De la Fuente que "van a buen ritmo" y por tanto "estarán listas para febrero de 2019" tal y como estaba previsto. Todo a pesar de que se han encontrado algunas sorpresas en la situación en la que están los materiales que componen el edificio. Así los pilares interiores se encuentran bastante deteriorados, incluso los que se encuentran en la fachada han llegado a perder algunas partes del material metálico como consecuencia del agua derivada de la marquesina durante años.

En estos momentos las obras se encuentran en plena restauración de las fachadas, se está recuperando toda la parte de filigrana metálica que se encuentra en los techos del cuerpo central del edificio y en las cubiertas, tras cambiarlas al igual que la balaustrada, se están realizando las pruebas de estanqueidad para que no se produzcan futuras goteras.

Como curiosidad, se ha puesto en valor un sótano que se encuentra bajo uno de los cuerpos laterales. Es un espacio compuesto por tres pequeñas estancias y cuyo uso original no está aún muy claro.