Pepa, una perrita de tres años de raza Braco, busca un hogar. Su dueño falleció tras padecer cáncer, lo que la dejó "olvidada en un campo a su suerte".
La organización sin ánimo de lucro Pupekas ha dado a conocer su caso. "No hay palabras al ver a esta encantadora perra cómo agradece una caricia, se desvive por agradar... imaginamos que lo ha pasado horriblemente mal", ha afirmado este colectivo, quien intenta cambiar la suerte de este animal.
Pupekas alerta de que su estado es de abandono de físico y emocional. "Sólo un vecino ocasionalmente le ofrecía comida", ha añadido la asociación.
"Estamos intentado recuperarla. Necesita un fabulosa familia que sepa valorarla y quererla. Ella es increíblemente buena", ha comentando este colectivo en las redes sociales, quien ha añadido que Pepa no es apta para la caza, que se entregará castrada y con contrato de adopción.
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