Cemex anuncia el cierre de la fábrica de cemento de Gádor

La compañía mexicana Cemex, que se había hecho con la propiedad de la fábrica de cementos ubicada en el municipio de Gádor hace cuatro años, ha comunicado a sus trabajadores la presentación de un ERE y su intención de poner fin a la actividad en esta fábrica.

La comunicación no ha sido una sorpresa para el comité de empresa de Cemex en Gádor ya que según explica su presidente, Antonio Orta, “desde hace tiempo la producción ha disminuido porque se han ido traspasando contratos con clientes que eran de aquí a otras fábricas del grupo en otras zonas españolas”.

Los efectos del expediente de regulación de empleo anunciado por la cementera a sus trabajadores plantean un despido colectivo que afectaría a los más de cien empleados de la planta de Gádor. No serán los únicos, porque la intención es la de clausurar también la planta de Lloseta, en Baleares, y restringir su personal en otros centros de la empresa como los de Alicante o Buñol, en la comunidad valenciana.

En cadena
Según han denunciado los sindicatos UGT y CC.OO. los despidos llegarán a la mayor parte de las fábricas y oficinas de Cemex en España, entre ellas las citadas de Gádor y Lloseta (cierre de actividad total), y los centros de Buñol, Valencia, oficinas en Zaragoza, Clúster Levante Norte, oficinas del centro de Madrid y otras instalaciones.

El presidente del comité de empresa afirma que las razones de Cemex para tomar esta decisión se apoyan en la difícil situación del sector por la caída de la demanda desde que estallara la crisis de la construcción, pero también las crecientes dificultades por el endurecimiento de las normativas  comunitarias en materia de emisiones de dióxido de carbono o el aumento de los costes energéticos. Para Orta el descenso de actividad de alguna manera se ha buscado desviando pedidos que eran para la fábrica de Gádor a otras fábricas del mismo grupo industrial en otras zonas del país.

Un duro golpe 
Para el comité de empresa el ERE planteado por Cemex supone un duro golpe para la comarca del Bajo Andarax ya que la mayor parte de los trabajadores que van a ser despedidos pertenecen a los pueblos del entorno. A su juicio, el cierre de la fábrica, que llevaba 42 años produciendo de forma ininterrumpida, “debilitará aún más el ya de por si escaso tejido industrial de Almería”.

Los representantes de los trabajadores estiman que además de los más de cien puestos de trabajo directos que existentes en la fábrica, se verán afectados más de 200 puestos indirectos que dependen de la actividad de la planta de Gádor.

Los plazos
Anunciado el ERE para la totalidad de la plantilla de Gádor por “paralización de la actividad” en la fábrica de Gádor, se abre ahora un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores “y tenemos que intentar llegar a acuerdos que puedan dar soluciones en la medida de lo posible, en unos casos recolocando en otros centros de trabajo del grupo a los que quieran seguir y en otros pactar condiciones en materia de indemnizaciones para los que se quedan en la calle”, explica el presidente del comité de empresa de Gádor.

Una negociación que tendrá que estar cerrada para los primeros días de diciembre porque la intención de la empresa es cesar todo tipo de actividad a finales del mes de diciembre y cerrar a primeros de año, señala Orta.