Suspenden el servicio de autobuses en Almería por “actos vandálicos”

"Por motivos de seguridad lamentamos comunicar que, por actos vandálicos, se suspenden todos los servicios de autobuses".

Así ha anunciado Surbús a través de las redes sociales la retirada del servicio de transporte público urbano durante la tarde-noche de miércoles 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos.

El peligro que supone para la integridad de los usuarios del servicio y del resto de personas que circulan por la vía han motivado esta decisión.

“Todas las noches de Halloween se producen actos vandalicos, pero incluso de padres con hijos. Se ha convertido en una costumbre”, se lamentaba en declaraciones a este diario el concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Almería, Manuel Guzmán, minutos después de que la empresa anunciara la suspensión del servicio.

Si bien no ha habido que lamentar ningún daño personal, desde las seis y media de la tarde varias líneas han sufrido las acciones de los gamberros (lanzamientos de huevos y piedras, según ha indicado Surbus en Twitter) en puntos muy distintos de la ciudad, como la parada frente al Colegio Stella Maris, la Plaza Moscú, la Avenida de Santa Isabel, la plaza y el bulevar de La Cañada, la Carretera del Mamí y la Rambla Belén a la altura del Mercado de Los Ángeles donde el vehículo, según indican fuentes municipales a LA VOZ, ha sido "literalmente bombardeado".

“Un conductor puede dar un volantazo, tener un accidente y lo primero para nosotros es la seguridad de los trabajadores y de los usuarios del transporte publico”, argumentaba Guzmán para explicar los motivos de la decisión.

Campaña de sensibilización

Con motivo de la Noche en Negro, desde el Área de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Almería, en colaboración con Surbús, se había llevado a cabo una campaña de sensibilización en los colegios y en los propios autobuses urbanos para evitar los episodios de gamberrismo que se suelen producir esta noche, especialmente el lanzamiento de huevos contra los vehículos, ante el riesgo que ello conlleva para la seguridad ciudadana.

En concreto, se han repartido más de 200 carteles en los centros educativos y en los buses y dos conductores han impartido charlas en unos 40 colegios y diez institutos de la capital, llegando a unos 30.000 estudiantes, bien de forma directa o a través de los propios profesores, con quienes también se ha mantenido contacto, y redes sociales de los centros.