Es de Salobreña, y estudió Ingeniería técnica de Telecomunicación, en la Universidad de Alcalá de Henares. Es uno de los miembros mas activos del colectivo maker, donde todos los conocen como Leobot.
¿De donde viene Leobot?
Es un apodo de la juventud. Era portero del equipo del pueblo, y me pusieron el apodo de ‘León’, que, abreviando se quedó en ‘Leo’. Luego, con el tiempo, participando en las Campus Party, en un taller de robótica le puse a mi robot velocista ‘Leobot’, y me quedé con el apodo.
Tú has sido profesor...
Empecé en una empresa de telecomunicaciones, como técnico en puesta a punto de transmisiones. Luego me enfoqué en la educación, y entré en la formación profesional de informática. Estuve de profesor de tecnología durante nueve años, y terminé como profesor técnico de electrónica. Hasta que me jubilé en 2016. En Caudete, provincia de Albacete.
¿Cómo empiezas en este mundo maker tecnológico?
Como profesor de electrónica, siempre he buscado los equipos mas adecuados para transmitir la electrónica a los alumnos. Teníamos entrenadores eléctricos y electrónicos muy caros. Y por el 2006 ó 2007, en la Campus Party hicieron talleres de robótica, y en uno había que hacer un robot desde cero. El monitor era Juan González, Obijuan, y desarrolló una metodología muy dinámica y amena, en la que iba haciendo el robot de forma progresiva y cada vez mas completa. Quedé impactado, me dije: “Esta es la dinámica que tengo que llevar a la parte práctica del aula”. Y empecé a implementarla, sobre todo en alumnos con dificultad de aprendizaje, que no estaban bien adaptados al sistema.
Y ahí entré… En el año 2008, creo, conocí la placa Arduino, y a la vez se creaba la comunidad Arduino. Y había una Asociación de Robótica y Domótica de España, ARDE, que hacía unos eventos, los BarCamp Arduino. Iban los makers, hacíamos un orden del día, cada uno hablaba de lo que sabía, y pasábamos un día estupendo. Y a partir de 2011 vino la comunidad de impresoras 3D...
¿Y cómo conoces la comunidad de Almería, HackLab..?
En Albacete, la comunidad maker mas cercana que tenía era la de Madrid. MediaLab-Prado, luego el MakerSpace Madrid... Y cuando en 2014, por motivos familiares me vengo para Salobreña, decía: ¿Por aquí no hay nada parecido? Así me entero de que en Almería había un grupo, y en Twitter también empezaban a circular las cosas de HackLab... Y contacté. Coincidió con la celebración del Día de Arduino en la Escuela de Artes, los encuentros de El Ejido…
Encontré una comunidad muy parecida a la que ya conocía. Físicamente no tenía un espacio, pero la dinámica es muy parecida: ir a un sitio para hacer charlas de programación, tecnología, cacharreo… Es un punto de encuentro.
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