“Concejales del PP no están por la labor, lo que supone tensiones diarias”

Pocos meses quedan de esta Corporación municipal y va llegando el momento de hacer balance, de lo propio y de lo ajeno. Miguel Cazorla hace repaso y reflexiona del trabajo hecho y de sus relaciones con el Gobierno.

¿Qué balance hace de estos tres años?
Hemos dado o pretendido dar estabilidad a la ciudad buscando siempre el consenso y con un talante negociador que hasta este momento no se había visto en el Ayuntamiento, frente a un PP con unas ideas tremendamente conservadoras, con un inmovilismo tremendo y acostumbrado a mayorías absolutas. No ha sido nada fácil.
Estamos tranquilos porque lo que nos transmiten por la calle, por los barrios, es que la política que ha hecho Ciudadanos es la que quieren los almerienses.  

¿Cuáles considera como medidas estrella?
Hay muchas. Tantas como 87 en 2017 y 63 en 2018. Me quedo con conseguir el adelanto de la bajada del IBI un año y la devolución de las plusvalías cuando van a pérdidas y a lo que era muy reticente el equipo de Gobierno, o con la reducción de tasas para los trabajadores autónomos que está muy enfocada a fomentar el tejido empresarial local.

Después me quedo con las políticas realizadas desde el punto de vista social potenciando una medida importante como las ayudas al alquiler a jóvenes en el Casco Histórico que contribuye por un lado a emancipar a los jóvenes que son mileuristas y que no tienen los recursos para poder permitirse un alquiler y se convierten en una carga para la familia, y por otro lado la rehabilitación de zonas de envejecimiento superlativo, o la del incremento del 20% para la dependencia.

Pero sobre todo me quedo con el Plan Estratégico. Lo llevábamos en el programa electoral y si no hubiéramos exigido la creación de la oficina no se habría puesto en marcha, lo mismo que la de captación de fondos que está todavía pendiente de poner en marcha.

 ¿Cuál se va a quedar en el tintero?
Estoy convencido de que el equipo de Gobierno del PP no va a dar lugar a que el resumen final de la Corporación y toda nuestra campaña electoral sea “el PP no ha sido capaz de gestionar sus compromisos firmados”. No creo que sean tan torpes porque todas las medidas eran ejecutables, y si no se hacen será por incapacidad en la gestión.

Pendientes tenemos los estudios de la Ronda Norte o el estudio de viabilidad del tranvía que puede ser la solución definitiva no solo desde el punto de vista turístico sino sobre todo de movilidad. Proponíamos una primera línea que iba desde la Plaza Circular hasta la Universidad, continuaría una segunda hasta el aeropuerto y luego terminaría en Cabo de Gata. Sería un trenecito de la bahía.

Dice que ha sido complicado negociar con el PP ¿no han sido leales?
Ha ido por concejalías, por barrios. Creo que nosotros tenemos que hablar de colaboración magnífica con algunos concejales y con otros que no han estado por la labor. Se han visto obligados pero siguen en la misma línea. Es un error porque ese inmovilismo del PP, el mantener el chip de las mayorías absolutas no trae nada bueno. No hemos jugado en la misma liga, nosotros permanentemente con talante negociador, buscando el consenso, y  ha llevado a tensiones  diariamente, a problemas diarios con el propio alcalde que ha tenido que estar encima de sus concejales. Es lo que más lamento de esta etapa.

En positivo queda que sin estar dentro de la toma de decisiones, el poder conseguir cosas por la ciudad es muy satisfactorio. Sin contar con todas las cosas que hemos frenado porque no nos han gustado nada.

 A los que dicen que son la muleta del PP…
Creo que se equivocan de todas, todas. Han venido a nosotros para pedirnos apoyo en algunos temas solo para hacerlo contra el PP y nosotros hemos dicho que no. En cambio, si han venido para proponer algo por el bien de la ciudadanía y de los almerienses, hemos dicho que sí.

Hemos hablado con todos, hemos apoyado mociones de todos al igual que nos han apoyado mociones todos a nosotros.

¿Pero con quién le ha sido más fácil pactar?
Insisto en que hemos hecho la política que los almerienses querían. Hoy por el Paseo me han parado seis personas. A la gente le da igual con quien pactemos, está tan harta del bipartidismo, tan harta de escuchar cantinelas de unos y de otros, algunas tan repetitivas y tan cansinas, que lo único que quieren es que se arreglen sus problemas. Y ven en nosotros esa especie de llave que puede hacer armonizar tanto a uno como a otro.

¿Esperan que ese apoyo que dice recibir en la calle se note en votos?
No es el momento de hablar de las elecciones municipales porque hay que centrarse primero en las andaluzas que ya están convocadas.

Creo que tenemos que seguir realmente haciendo hincapié en hacer gestión para los almerienses, en conseguir que el PP cumpla con los compromisos pendientes, en eso deben ir en los próximos seis meses y esperar a abril.

La gente va a llegar agotada a las elecciones municipales, y más si hubiera generales. Si los municipalistas empezamos a agotar a la gente  vamos a hacer un flaco favor.

Si hablamos de encuestas, les doy el valor justo y las miro más como tendencia que como política de hechos consumados. Sí que hay algunas encuestas internas que hablan de duplicar representación pero saldremos a ganar. Si me presento, y mis compañeros me eligen en esas primarias, lo que vamos a luchar es por tener la Alcaldía, pero es cierto que la tendencia es muy alcista.

 Lo que sí tiene claro es que se va a presentar a esas primarias para volver a ser alcaldable.
Lo dije hace muchos meses y lo sigo manteniendo. Creo que se ha hecho un magnífico trabajo, nos lo reconoce la gente en la calle. Creo que debemos de continuar, creo que vamos a entrar, que vamos a tener la oportunidad de entrar a gobernar.

Tanto si se gana como con un pacto de Gobierno, ¿no?
Totalmente. Nosotros salimos a ganar y por eso no me gusta hablar de pactos.

Parece que las aguas de su grupo municipal están algo más calmadas.
Las aguas nunca han estado turbias. Creo que ha habido más ruido de fuera, intencionado y mediático, que la realidad interna. Te lo dice alguien que lo ha vivido. Los comadreos, los cotilleos, los comentarios sin contrastar con las otras partes han generado un clima que nunca ha sido el real.

Real fue la marcha de Mabel Hernández aunque luego volviera al grupo. Eso no fue ni ruido mediático ni externo.
Esto ha pasado en el PP y en el PSOE en otras corporaciones y nadie se ha rasgado las vestiduras. No sé por qué cuando somos nosotros, los de la nueva política sí. Puede haber discrepancias pero se ha demostrado que hablando nos entendemos. Pero no hay nada, ni lo hubo antes, ni lo hay ahora y creo que no lo habrá.

Hay ya dos candidatos para las municipales nombrados y que si gana las primarias serán sus rivales. ¿cómo los valora?
A Adriana aún no tengo elementos de juicio y no puedo valorarla. Lleva muy poco tiempo al frente del Grupo Municipal como portavoz. Sí es verdad que durante tres años he tenido una buena relación de diálogo con Juan Carlos Pérez Navas y también  que dos veces que la he llamado me ha dejado una impresión muy positiva. Creo que se puede llegar a entendimientos con ella.

En cambio a Ramón Fernández-Pacheco sí que le conoce mucho más.
No ha tenido y no tiene experiencia de muchos años en política, ni como alcalde más que estos tres años, y demasiado ha hecho para tener un equipo que no ha elegido y ser tan tremendamente joven.

Tiene otro inconveniente muy importante y serio, su propio partido. Su mentalidad conservadora, inmovilista -no de él sino del partido porque estoy convencido de que él no la tiene- todo lo que le rodea en sus tomas de decisiones le ha perjudicado mucho durante estos tres años. Los que le rodean han tenido más mentalidad del ordeno y mando, de las mayorías absolutas, del esto lo hago yo porque hay que hacerlo así, y en ese barrio no actúo porque no nos van a votar.

De bueno tiene que es una persona dialogante, que creo que ha estado por llegar a acuerdos permanentemente.  A los que no hemos llegado es porque hemos tenido ruido.

¿Cree que su etapa anterior como concejal  ha sido un lastre o un plus?
-Le contesto con la opinión que he recogido en la calle. Las puertas de los barrios, de las asociaciones y, en muchos aspectos, de Almería se nos han abierto por el conocimiento que había de mi como persona. Pero también la sensación de la gente es que de esa etapa en GIAL lo que ha quedado en el recuerdo es todo lo positivo. Por esto creo que ha sido positivo.

En Ciudadanos no ha influido en nada. Yo creo que el 90 por ciento de la gente tiene claro que esa etapa en GIAL no tiene nada que ver con la formación de Ciudadanos.