Fiesta para celebrar tres años de pelea por un ferrocarril digno

Se cumplen tres años desde que un grupo de personas y colectivos crearon la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería. Entonces las obras del AVE llevaban cuatro años paradas; hoy son ya siete años y ninguno de los gobiernos que han pasado en ese tiempo han dado la respuesta que se esperaba.

Lo impensable se ha hecho realidad, como que la mítica fecha de 2023 para que el flamante AVE entre orgulloso en Almería sea mínimamente fiable, como que hoy se tardan más de siete horas en llegar  a Madrid o Sevilla, ‘gracias’ al traslado de la estación a Huércal que ha regalado media horita más a los sufridos usuarios almerienses, o cómo que siguen sin concretarse proyectos que con indispensables para que el Corredor Mediterráneo sea una realidad, como la continuidad hasta Granada.

Black Friday
La Mesa montó una fiesta reivindicativa en la plaza Pablo Cazard, en pleno centro de la capital, pero el trasfondo era más bien el propio de un ‘viernes negro’ porque quedan tantos temas pendientes, tanto por hacer, que es difícil abstraerse de esa negra realidad.

A pesar de ello un grupo numeroso de entusiastas le echaron ilusión y cerraron filas en un objetivo noble y sensato como es que Almería pueda dignificar una situación ferroviaria que la coloca a la cola del país en trenes, horarios y eficiencia de unos materiales que suman solamente en averías y retrasos.

Miran con cierta envidia al empuje de extremeños, granadinos y murcianos, que por miles se echan con frecuencia a la calle para reivindicar ferrocarriles dignos, modernos, eficientes. Y esperan que, algún día, los almerienses se muestren igual de combativos para reclamar lo que su economía y sus impuestos requieren, inversiones para que el tren no siga siendo la rémora de su competitividad.

Ha habido logros en estos tres años, sí, pero menores; los grandes proyectos siguen revolviéndose en los cajones de las administraciones. De ahí la importancia de que los ciudadanos de la provincia hagan oír su voz. Por ahora, desolación, como era pérdida del 60% de los viajeros tras el traslado de la estación.

Desierto político
La Mesa del Tren, las más de 200 organizaciones que la componen o la lectora del manifiesto que ayer se leyó; todos coincidieron en pedir a los representantes de los partidos políticos que se comprometan con el tren, que mantengan viva la llama de una reivindicación cuya luz flojea cuando son gobierno y luce destellante cuando son oposición y, entonces sí, presentan batalla. Sólo el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco ha estado a las duras y a las maduras y ayer pedía colaboración sin partidismos para superar el trauma ferroviario.