Huelga médica para reclamar 10 minutos de atención por paciente

Los médicos de familia y pediatras de Almería se unieron ayer masivamente -según los organizadores, no así para el Servicio Andaluz de Salud- a la huelga de 24 horas convocada en toda la comunidad autónoma para reclamar, entre otras cosas, algo que parece tan elemental como que se garanticen al menos diez minutos de atención a cada paciente, mediante la contratación de más facultativos. 

En la actualidad, el tiempo medio empleado por los doctores almerienses y andaluces apenas alcanza los cinco minutos y en la provincia hay médicos de familia con un cupo de hasta 2.000 pacientes, lo que supone que en la mayoría de los casos pasen consulta a más de 45 personas cada día, y no son extraños los casos que superan los 60. 

Algo que parece desmesurado, teniendo en cuenta, por ejemplo, que en Barcelona los médicos están reclamando que se reduzca a un máximo de 24 pacientes diarios y que cada uno de ellos pueda pasar consulta al menos durante 12 minutos. Y sobre todo, por la necesidad de una atención adecuada y digna, así como la importancia de liberar de una sobrecarga de trabajo a los profesionales que, como ellos mismos reconocen, pone en muchos casos en peligro la vida del paciente.

Este paro de 24 horas llega después de años de denuncias y quejas médicas sobre la falta de facultativos y de inversiones, la mala gestión en este ámbito sanitario, el colapso de las urgencias y los hospitales, y el deterioro continuo y creciente de la atención primaria.

Aunque el principal motivo de esta huelga en la Atención Primaria andaluza pasaba por esa petición de mínimos que suponen los 10 minutos de asistencia por paciente, los más de 1.500 médicos llegados de todas las provincias andaluzas que se concentraron al mediodía de ayer antes las puertas del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Sevilla en defensa de una atención digna para los pacientes hicieron especial hincapié en la falta de inversiones, la mala gestión en este ámbito sanitario y el deterioro de la atención primaria. 

El paro fue igualmente aprovechado para reclamar la cobertura de las ausencias y bajas médicas, una mayor vigilancia y seguridad en todos los centros andaluces, una mejora salarial -”los médicos andaluces somos los peor pagados de España y de Europa”, aseguran-. Asimismo, se pidió al Gobierno andaluz que acabe con los criterios economicistas que, a su entender, tienen prioridad absoluta en su gestión de la sanidad pública.

Los convocantes del paro han situado en un 85% el seguimiento de la huelga en toda la comunidad, porcentaje muy similar al de Almería, aunque sus responsables provinciales lo situaban incluso algo por encima. Un cálculo que contrasta radicalmente con los datos ofrecidos por el SAS, que lo redujo al 17,9% por la mañana y del 15% por la tarde e n el conjunto de la comunidad, y al 12,7% en la provincia de Almería.

El Sindicato Médico explicó estas ‘sorprendentes’ discrepancias en “oscuras maniobras” de la Administración a la hora de contabilizar los datos e, incluso, en sus intentos de reducir la participación. “En centros del Distrito Poniente, sus responsables se han informado previamente de los médicos que tenían la intención de unirse a la huelga para ‘colocarlos’ entre quienes han estado obligados a realizar servicios mínimos”, mantiene Antonio González, vicepresidente de la organización sindical en Almería.  González también asegura que no solo se han fijado unos elevados servicios mínimos -del 40% en general y del 100% en urgencias-, sino que “el SAS los ha incumplido, y en la práctica han llegado al 60%”. 

En cambio, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha destacado que la huelga se desarrolló sin incidencias destacadas en los más de 1.500 centros de salud y consultorios de la sanidad pública andaluza.  

La gerente del SAS, Francisca Antón -quien ha dirigido durante años los hospitales de Torrecárdenas y, anteriormente, de la Inmaculada en Huércal-Overa- ha destacado que el SAS “seguirá priorizando la atención primaria, con más contrataciones, más tiempo para los pacientes, más infraestructuras y más equipamientos, tal cual está permitiendo la Estrategia de Renovación en Andalucía”.

“Respetamos cualquier movilización o acción de protesta que nuestros profesionales quieran realizar, así como el derecho a la huelga, sin embargo, es necesario recordar que es ahora cuando más se está apostando por devolver a la atención primaria el papel que merece en Andalucía”, ha añadido.