Vox se aúpa como la tercera fuerza y tendrá voz y voto en los pactos

La Niña -una discoteca ubicada en el Parque Nicolás Salmerón- se quedó ayer pequeña para albergar tanta euforia de la emergente Vox, una de las fuerzas políticas que salieron mejorar paradas en la noche electoral de ayer. A este local capitalino peregrinaron en torno a un centenar de militantes y simpatizantes de Vox, que pudieron ser más conforme avanzaba la madrugada.

El partido de la ultraderecha, que había presentado sus credenciales en 2015 de forma testimonial, obtuvo ayer en las urnas 12 diputados en el nuevo Parlamento andaluz, dos de ellos en Almería. Nunca se había dado una subida tan espectacular de un partido político en unas elecciones autonómicos, en los últimos 40 años de democracia en España.

El Partido Animalista, incluso, sacó más papeletas que la ahora formación emergente.

Obtienen, por tanto, escaño en el Parlamento andaluz Luz Belinda Rodríguez y Rodrigo Fernández y sería una pieza clave en el engranaje de un posible gobierno tripartito en Andalucía.

En la provincia, Vox ha recolectado sus principales bolsas de votos en los municipios del Poniente, sobre todo El Ejido, Roquetas y Adra, en esta última población como segunda fuerza política. También en Níjar ha cosechado óptimos resultados con 2.000 votos.

El presidente de Vox en Almería, Juan Francisco Rojas, asesor fiscal y natural de Cuevas del Almanzora, declaraba al conocerse los primeros resultados que “es algo que veíamos venir desde hace meses, sobre todo en el Poniente, y el punto de inflexión fue el mitin de Vista Alegre, donde nos dimos cuenta de nuestra dimensión, hemos pasado en Almería de 944 votos en 2015 a 43.000 en 2018”.

Añadía Rojas que “a partir de ahora nuestra responsabilidad es enorme y es el momento de ponernos a trabajar, hemos ganado mucho, pero tenemos que ser conscientes de que es un voto prestado y tenemos que estar a la altura, se lo digo a todos los militantes”.

En lo que Rojas considera que van a empezar a trabajar pronto, “si tenemos responsabilidad de gobierno, es en desarrollar nuestras cien medidas de nuestro programa electoral, como por ejemplo la disolución del Estado de las autonomías y que la Educación, la Sanidad y la Justicia vuelvan a centralizarse en el Gobierno de España”.

Añade Rojas “hay que reducir las duplicidades de funciones y clarificar la administración”. Rojas calcula que en la provincia hay en torno a unos 400 afiliados, “que serán pronto muchos más”. En las mesas electorales de la provincia han trabajado representado a Vox unos 200 apoderados e interventores.

Al acto en la discoteca La Niña no pudo acudir Luz Belinda, que se encontraba en Sevilla, junto al líder de esta formación política, Santiago Abascal, y el resto de los cabezas de lista de cada provincia.

El Parlamento andaluz se constituirá el próximo 27 de diciembre.

El secretario de Vox en Almería, Carlos del Campo, expresó también su confianza en sumar nuevos afiliados próximamente. 

A falta de sede, el improvisado cuartel general de los militantes y simpatizantes de Vox en Almería se convirtió ayer en un hervidero de optimismo, conforme se fueron conociendo los resultados electorales a través de la gran pantalla de plasma ubicada en la pared principal del local de copas La Niña.

Aceitunas y jamón
De fuera llegaba la música del MadChester, con muchos jóvenes en la puerta, mientras se iba llenando la sede de Vox. 

Iban llegando más y más simpatizantes de distintos municipios de la provincia, con Paquita Piquer, Jordi Casajust y Manolo López Jerez entre los más madrugadores, mientras en la barra se habían repartido frugales platos de aceitunas sevillanas, patatas fritas de bolsa y colines. Al fondo esperaba un jamón y un cortador profesional aguardando el resultado electoral. Es de suponer, que con 43.000 votos para Vox en la provincia de Almería, no quedara más allá del hueso.

Conforme Canal Sur iba destripando los resultados de las urnas, se iban agradando los “olés”, los “Viva España” y el “Se acabó el PSOE en Andalucía”. Y aparecieron entonces las banderas rojigualdas enarboladas por unos protagonistas cada vez más admirados de sus propios resultados en los comicios regionales. Nunca antes un partido había emergido con tanta fuerza en menos tiempo. Nunca antes, unos pocos se habían encumbrado tanto. Daba la impresión de que no se lo creían, mientras se iba animando la noche con cada recuento, con cada porcentaje escrutado. Fue entonces el momento del jamón.