Envenenan a cinco gatos de una colonia en el Barrio San Luis

Cuatro gatos fallecidos y uno agonizante aparecieron este jueves 6 de diciembre en el jardín particular de una comunidad de vecinos en la calle Haza de Acosta por un presunto caso de envenenamiento en una colonia del Barrio San Luis. 

La cuidadora que se encarga de alimentar e hidratar a veinte ejemplares, Nerea Molina, denuncia que no se trata de un “hecho aislado”, si no que está relacionado con otros casos previos “como el envenenamiento en la zona del Club de Mar en octubre y el fallecimiento del perro de uno de sus vecinos por intoxicación”. 

Ha pasado un año y medio desde que Molina pidió permiso a la comunidad para cuidarlos y esterilizarlos de forma progresiva. “No tengo ayuda económica, así que lo hago conforme puedo”, asegura. 

La denuncia

Tras encontrarse los cuatro cuerpos sin vida y uno con síntomas claros de envenenamiento con las pupilas dilatadas, echando espuma por la boca y totalmente desorientado tambaleándose, Molina corrió al veterinario donde permanece ingresado. A la espera de los resultados de las pruebas, su pronóstico está reservado.

Cuando volvió al lugar de los hechos, la cuidadora se puso en contacto con la Policía Local, “porque es su competencia”, insiste, pero hicieron caso omiso de su petición “por ser festivo y no disponer de personal suficiente para atender mi llamada”. 

Fue entonces que no dudó en avisar a la Policía Nacional. Dos agentes se personaron en el jardín para tomarle declaración. Tanto el presidente de la comunidad como Molina asistieron, posteriormente, a comisaría para poner la denuncia.

La teoría

Todo apunta a que estos animales ingirieron el veneno fuera y regresaron al lugar que conocen para perecer, debido a que uno de estos animales se encontraba fuera del jardín comunitario.

Al fallecimiento de estos cuatro gatos y un quinto con pronóstico reservado hay que sumar la desaparición de otros ocho ejemplares. “Voy a seguir buscando a los que faltan, aunque es difícil. Pueden haber cambiado de zona o incluso morir envenenados o atropellados”, explica. 

La administración

En este punto, Molina solo cuenta con el apoyo moral de otras protectoras que insisten en la necesidad de que desde el Ayuntamiento de Almería se regulen las poblaciones felinas a través del procedimiento C.E.S. (Captura, Esterilización y Suelta). Una asignatura pendiente en la capital cuando ya se ha puesto en marcha en otras localidades. Sin ir más lejos, en Huércal de Almería, Níjar y Viator.