Es de Huelva, y vive en Retamar. Hizo Ingeniería de Caminos en Granada, un curso de Economía en Oxford, un grado de Gestión de Proyectos Sociales con BID, y otro de Liderazgo en la universidad de Delft.
¿Cómo llegas a Almería?
Venía a veranear desde que era muy pequeña. Teníamos una casa en Retamar, y al final casi toda la familia se ha ido viniendo. Se vive bien, hay buen tiempo, el ambiente es amable… Mis hermanos están trabajando en el hospital del Poniente.
¿Y a la ingeniería?
Creo que eso está condicionado por cómo eres. Desde pequeña me encantaba. Me atraían las matemáticas, y cuando descubrí la Física..., ya fue pasión. Fue todo muy encauzado a una ingeniería. No sabía bien cuál hacer, pero al final opté por Caminos por el tipo de proyectos que se hacen. Vinieron a dar una charla al colegio y contaron que había que viajar, salir, hacer… Y dije: Esto es lo mío, equilibro mi pasión por viajar y conocer, con hacer ingeniería.
Has estado en África, Oxford, Madrid, Europa...
Sí... Mi primer trabajo fueron unas prácticas del Banco Mundial en Brasil. Allí tuve conciencia de una realidad distinta a la mía, y empecé a fijarme en este tipo de proyectos sociales, que muchas veces echaba de menos. Y como la ingeniería de Caminos es hacer infraestructuras de desarrollo, aguas, saneamientos, carreteras..., al final haces cosas que tienen utilidad.
Pero cuando empecé a trabajar con empresas multilaterales vi que me quedaba coja en el tema de economía y desarrollo, entender cómo aplicamos todo esto para hacer gestión de proyectos. Solicité un programa en Oxford, me lo dieron, y me encantó. El profesor había hecho su tesis doctoral sobre África, y yo había vivido allí... Aprendí muchísimo.
¿En qué países de África has vivido y trabajado?
Estuve de residencia permanente tres años en Mozambique. Y luego haciendo proyectos en Gambia, Senegal, Guinea Bissau, Kenia, Tanzania...
Eso te da una visión...
Claro. Hay que conocer el entorno social para que un proyecto tenga éxito. Puedes tener la mejor idea del mundo, desarrollarla, en papel perfecto, y que luego no funcione por el carácter de la población, su idiosincrasia. Y tú necesitas poder implementarlo, llevarlo a cabo.
¿En qué trabajas ahora?
Trabajo en Ingenia Solar Energy, una empresa almeriense dedicada a la energía solar. Vivir en África me cambió el concepto de dónde y cómo quería trabajar, y tuve la confianza del director para desarrollar proyectos allí. También soy miembro activo del Foro Mundial de Mujeres. Estoy en varios proyectos sobre todo educativos, pero no solo sobre la mujer, sino del concepto social y de ellas mismas. Queremos dar visibilidad a estas mujeres que nadie oye para que tengan ejemplos que seguir.
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