“La buena educación se aprende en la casa”

Mercedes tiene 78 años, nació en el barrio de Pescadería-La Chanca, donde lleva toda su vida

Mercedes García, jubilada de Pescadería-La Chanca.
Mercedes García, jubilada de Pescadería-La Chanca. La Voz
Fina Martín
07:01 • 13 ene. 2019

Mercedes tiene 78 años, nació en el barrio de Pescadería-La Chanca, donde lleva toda su vida. Siendo una niña tuvo que abandonar los estudios para ayudar a su familia, y fue en su casa donde aprendió a leer y escribir con el apoyo de su madre. A los 38 años se sacó el carnet de conducir y regentó un comercio de alimentación en su vecindario.



Sólo fue al colegio desde los 5 a los 7 años, ¿qué formación recibió de pequeña?
 Me crié en una familia de once hermanos, había que ayudar en casa, esa fue mi colegio. Mi madre tenía muchos recursos, se compró un libro que se llamaba 'Nosotros' y nos leía de noche en el comedor. Mientras aprendíamos a escribir nos reíamos y lo pasábamos muy bien todos juntos.




¿Cuál fue la máxima enseñanza de sus padres?
Nos dieron mucho cariño y nos enseñaron la importancia del respeto: si tú te haces respetar la gente te respeta, es el mayor valor de una persona.




¿En algún momento han traspasado esa línea con usted?
Soy una persona amable. Si un adulto lo está haciendo mal conmigo, me callo, pero si lo hace con otra persona, respondo.




¿Dónde se aprende la buena educación?
En la casa de cada uno. Burt Bacharach compuso la canción 'A house is not a home' ('Una casa no es un hogar'), que cantó Dionne Warwick, ¿qué le sugiere el título?
Que una casa es un edificio, y un hogar es donde hay una familia, una unión y un cariño. Hay una gran diferencia entre los dos pero la casa de mi infancia fue un hogar.




¿Qué le parece el dicho 'cada casa es un mundo'?
Pues que nunca hay dos familias iguales. Cada casa es un mundo porque cada persona tiene un modo de pensar.




¿De dónde cree que vienen los conflictos familiares?
Hay personas que no entienden que sus parejas también quieren a su familia. Una persona conocida se alegró porque su hija cambió el comedor de su casa, en cambio, su nuera, cambió el sofá, y no le pareció lo mismo.




¿Hay que tener más empatía con la familia política?
Tienes que alegrarte porque quieran a los tuyos y cuiden de su bienestar.


¿Cree que hay que sosegar siempre los malos entendidos?
Normalmente una discusión comienza por poco, si vas dejando que engorde es más difícil resolverla. Hay que hablar de los malos entendidos entre la familia o los amigos y no llegar al maltrato.


¿Cuál es su refrán favorito?
'Quien mal anda mal acaba'.


¿Y su filosofía de vida?
Darlo todo por los demás y no esperes que te lo den a ti. Tengo cuatro hijas, todas tienen sus carreras y son independientes, pero siempre estoy por ellas y por sus respectivas familias.


¿Hemos venido a este mundo a sufrir o a pasarlo bien?
En la vida hay que sufrir para después aprender. Cuando las cosas vienen mal hay que llevarlo de la mejor manera, y cuando vienen mejor, pues a disfrutarlas.


Usted enviudó a los sesenta años
Durante 32 años tuve una tienda de alimentación con mi marido y trabajamos mucho. Salí adelante, no estuve sola. Durante diez años cociné para toda mi familia pero en mi cocina solo entraba yo.


¿Tantos años al frente de un negocio dan para conocer a sus vecinos?
Los vecinos del barrio de Pescadería nos ayudamos mutuamente. Mi hermana tuvo un niño que nació con problemas de estómago. Dos vecinas lo amamantaron con leche materna hasta que se curó.


¿Conoce más gente solidaria?
En otros tiempos había gente pobre en nuestro barrio, entonces venían los pescadores y daban de sus capturas a los que tenían necesidad. Nos llevábamos como familia.


¿Los vecinos de Pescadería son los que mejor dominan la cocina del mar?
Eso está claro. Vente a cualquier establecimiento del barrio y prueba. No tiene truco, es pescado fresco.


¿El pescado siempre es el plato estrella en este barrio?
De lunes a sábado, pescado, y el domingo arroz con pollo (se ríe). Mis platos favoritos son las patatas con rape y el arroz aparte. Es cocina de aquí.


¿Cuál es su rincón favorito de Pescadería-La Chanca?
Como nací aquí me gusta todo el barrio pero tengo admiración por la Iglesia de San Roque, y porque ahí está la Virgen del Carmen.


¿Qué significa la imagen para los pescadores?
Es cuestión de fe. Hace 52 años el barco en el que faenaba mi hermano encalló en Torregarcía por un temporal, Él no sabía nadar y los compañeros lo rescataron atándolo a una cuerda. Nosotros nos encomendamos a la Virgen del Carmen.


¿Cómo es un día normal en su vida?
A las 7 de la mañana ya me estoy tomando un café mientras veo los informativos y luego camino desde Pescadería hasta el Palmeral del Paseo Marítimo. Otros días hago teatro, participo en la agrupación de carnaval de La Traiña, canto en un coro rociero, bailo sevillanas y flamenco. ¡Lo que se ha perdido Almodóvar no contratándome a mí ! (se ríe).


¿Qué libro está leyendo?
'El misterioso caso de Styles', de Ágatha Christie. Trata de uno que se casó por dinero y asesinan a la mujer.


¿Y de quién sospecha usted?
Están investigando a la sobrina pero yo creo que ha sido el marido. Está muy interesante.


¿Cómo despediría usted esta entrevista?
Pues mira, yo soy una persona muy solidaria y lo que quiero para mí lo quiero para todos. Así que animo a las mujeres y hombres de mi barrio, que se sientan solos, o no, que participen en las actividades que organiza el centro social Las Gaviotas. Aquí tenemos psicólogo, pueden hacer gimnasia, baile, lectura... que se relacionen con los demás; que la actividad te da vida.


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