El Cable Inglés, ejemplo nacional de recuperación del patrimonio industrial

Guirao dice que el proyecto de restauración del antiguo cargadero será un referente en España

Guirao, en el centro, junto a Carmen Ortiz y Ramón de Torres
Guirao, en el centro, junto a Carmen Ortiz y Ramón de Torres La Voz
Miguel Cabrera
20:02 • 19 ene. 2019

El Gobierno quiere convertir el proyecto de restauración del Cable Inglés en un ejemplo de la recuperación del patrimonio industrial para toda España, tal y como ha manifestado ‘a pie de obra’, junto a la estructura metálica del antiguo cargadero de mineral, el ministro de Cultura, el almeriense José Guirao, durante la presentación este sábado de la segunda fase de su rehabilitación, cuyas obras comenzarán este verano.




Y es que, en su opinión, el Cable Inglés es un ejemplo único en la ingeniería española, pese a ser proyecto de un escocés, quien además, "de manera visionaria, integró a la perfección el ferrocarril en la ciudad hasta llegar al mar de una manera tan elegante como práctica”. “El Cable Inglés cuenta con valores de primer nivel nacional e internacional, y como almerienses debemos sentirnos muy orgullosos de tenerlo, conservarlo, y ahora de volver a usarlo con otra finalidad”, continuó en sus argumentos para hacer de este proyecto una referencia nacional. “No creo que exista otra ciudad con un mirador al horizonte más bonito que este de Almería”, concluyó en este elogio.




“Como ministro, este proyecto no solo es importante porque culmina un trabajo de tanto tiempo, sino también como ejemplo para la recuperación del patrimonio en  España, de forma que trasciende a lo local para tener una relevancia nacional”, ha manifestado Guirao, quien ha sido artífice fundamental para conseguir tanto la protección como la restauración del monumento desde hace más de 30 años.



No en vano, fue él, durante su etapa en el área de Cultura de la Diputación Provincial de Almería, allá por los años 80, quien “de forma insólita entonces, planteó su recuperación, en contra de muchas voces, como elemento del patrimonio tecnológico e industrial”, como recordó Ramón de Torres, el arquitecto que ha diseñado el proyecto de recuperación de esta segunda y también de la primera fase, que concluyó en 2012, y en la que se aseguró la estructura metálica que se adentra en el mar.




El propio Guirao -quien también estuvo acompañado por la presidenta de la Autoridad Portuaria, María del Carmen Ortiz-, recordó que muchos años atrás, cuando sugirió la idea de proteger el monumento, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998, la sociedad almeriense no solo no tenía asumida esta posibilidad, sino que incluso se barajaba la de demolerlo. “A veces pensé que no lo conseguiríamos, pero al final, se actuó con sensatez ante la realidad de la maravilla que es, y ahora estamos en una realidad muy diferente, pues no solo se ha aceptado la necesidad de protegerlo, sino también de restaurarlo y acondicionarlo para uso ciudadano”.



Financiado por el 1,5 cultural y el puerto
La reanudación del proyecto, siete largos años después de finalizada la primera fase, será posible, como también reconoció Guirao, después de que la presidenta de la Autoridad Portuaria, “recién llegado al Ministerio”, le recordara que aún estaba pendiente. Ahora, si las obras empiezan en verano, como se espera, esta segunda fase estará terminada a finales de 2020 o principios de 2021, según María del Carmen Ortiz, quien también informó de que esta fase tendrá un presupuesto de tres millones de euros. De ellos, 2,2 millones serán financiados por el Gobierno a cargo del  1,5% cultural, mientras que el resto será aportado por el puerto, titular del monumento.




José Guirao quiso también expresar su agradecimiento a dos personas que han sido claves en la recuperación del cargadero: a la historiadora del arte Ana Martínez, que fue quien en primer lugar le “enseñó” el patrimonio industrial almeriense cuando inició su andadura en la Diputación, y también a Ramón de Torres, “quien ha dedicado 30 años de su vida a este monumento”.



Afianzamiento de la estructura
En la segunda fase se afianzará toda la estructura metálica  del cargadero en su conjunto y se adecuará un paseo peatonal e iluminado que unirá la estación del ferrocarril con el Cable Inglés, dos elementos que están íntimamente ligados, como apuntó Ramón de Torres. Para una tercera fase quedarán posibles actuaciones en las que se plantearía el uso ciudadano del muelle para el ocio. Guirao lanzó la idea de que, aprovechando el inminente periodo electoral, se abra un debate político sobre esos futuros usos del Cable “para que los ciudadanos lo disfruten”.


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