Un naufragio con 53 muertos reabre la crisis humanitaria en Mar de Alborán

La crisis humanitaria en el Mar de Alborán escribe un nuevo capítulo de tragedia con la desaparición de 53 personas en el naufragio de una patera cuyos restos se localizaron al suroeste del islote. El bote permanecía perdido en alta mar desde el pasado 12 de enero, según denunció la asociación Caminando Fronteras, y en ella únicamente se halló con vida a un superviviente de origen subsahariano.

La embarcación salió desde una playa cercana a la localidad de Alhucemas y pasó entre seis y siete días en el altar. Era buscada por autoridades marroquíes y por miembros de Salvamento Marítimo.

Organizaciones sociales en la provincia de Almería han convocado una concentración solidaria. Almería Acoge, Cáritas Diocesana, Secretariado de Migraciones y la Fundación Cepaim  llaman a la ciudadanía a mostrar su solidaridad en un acto este miércoles a las 19.3o horas en la Plaza del Educador de la capital. “Mostramos nuestra vergüenza, solidaridad e indignación por una nueva tragedia en el Mar de Alborán”, señalan.

“Sigue creciendo la tumba en el Mediterráneo, ahogadas en el mar de la injusticia y la sinrazón. No más muertes por llegar a Europa”, añade la convocatoria. Las cifras reflejan un auténtico drama en la ruta hasta las costas andaluzas, donde Almería tiene un papel principal como base de Salvamento Marítimo y como principal lugar de recepción de inmigrantes emanados desde el litoral de Argelia.

Datos históricos
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, vinculado a la ONU, este año han muerto o desaparecido 59 personas en el Mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar en naufragios de pateras. En el registro  conjunto de 2018 y 2019, la nómina de fallecimientos ronda las 800 personas, un dato inédito en estas costas.

En todo el Mediterráneo la estadística se eleva hasta las 203 víctimas mortales, una cifra prácticamente calcada a la del año pasado hasta el 21 de enero.
Según el mismo organismo, el año 2018 desbordó todos los registros históricos. Las muertes confirmadas y las desapariciones se triplicaron respecto a las estadísticas de 2017.