Miguel Ángel Castellón es aún la mano derecha del alcalde de la capital. Tras tres años al frente de Urbanismo anuncia su retirada de la política acallando rumores sobre un posible cambio a la Junta de Andalucía.
Está usted estrenando despacho.
Siempre es un placer poder estar estrenando nuevas inversiones y nuevas dependencias que no son solo para los funcionarios, sino para todos los almerienses. Era muy necesario porque supone una mejora en la eficiencia de la gestión y en el ahorro que supone al dejar de pagar un alquiler para contar con unas dependencias que se van a amortizar en menos de 10 años y que van a quedar ahí para los restos.
¿Van a intentar rescatar el Plan General?
Una de las mejores decisiones que hemos tomado durante estos tres años es el adaptar el PGOU a la LOUA, sobre todo después de la última resolución de la Junta echando atrás el planeamiento, y abriendo así la puerta a inversiones en la ciudad. Ciertamente los problemas de ordenación territorial no se solucionan si no es con un nuevo PGOU. Pero sí que permite afrontar determinadas decisiones que en el futuro va a traer cosas muy positivas para la ciudad.
Pero lo intentarán.
Los retos de futuro que tiene la ciudad por delante no son los mismos hoy que los de hace 22 años. La Junta ha tenido la mayor parte de culpa de que Almería no tenga un PGOU nuevo, y por tanto tiene que plantear soluciones en el futuro. Espero que el Gobierno de PP y Cs lo primero que haga sean reformas legislativas en la ordenación territorial de Andalucía. Hay que dotar de seguridad jurídica, tratar de propiciar un desarrollo sostenible compatible con la protección medioambiental pero que dé garantías jurídicas a las personas que quieren invertir, y por tanto, lo primero que tiene que hacer el Gobierno andaluz es adoptar medidas.
Una vez que tengamos seguridad jurídica tras las reformas legislativas que hacen falta, no se puede perder ni un minuto, el someter a aprobación un nuevo PGOU de la ciudad.
¿Qué saben de las obras del Paseo Marítimo?
Estamos al habla con la Dirección General de Costas porque siempre hemos pretendido que el interés general de la ciudad de Almería prime y la intención, al igual que la de la administración central, es darle una solución rápida y que no puede estar parada mucho tiempo.
Soy optimista porque hay una interlocución válida. No estará para este verano por sus plazos de ejecución, pero es verdad que no podemos permitirnos tenerla parada 8 ó 10 meses. Y parece que así va a ser.
¿Y hay esa misma interlocución también la hay para el futuro de la estación?
La obra se va a ir más allá del mes de febrero previsto porque había una serie de actuaciones que no estaban contempladas en el interior del edificio y que se pidieron al Ministerio de Fomento. Es cierto que en la reunión del alcalde con el ministro de Fomento se habló del tema, y es verdad que tenemos que avanzar en los convenios de colaboración, cesión o la figura jurídica que sea para que el Ayuntamiento pueda acometer las últimas actuaciones y la explotación del inmueble.
De principio lo más importante es que las obras se terminen, que se hagan bien, y que descubran todo su valor para que sea utilizado por los almerienses.
En Adif lo tienen claro, en el Ministerio lo tienen claro y es cierto que no se ha avanzado en los convenios, pero la predisposición del ministro era hacerlo y nos quedamos con su palabra.
Pero tienen más cosas entre manos con Fomento...
Es cierto que la agenda de Adif en Almería es tan intensa que quizá los hechos se van sucediendo unos con otros. Tenemos el paso a nivel de El Puche, la licitación del tramo de AVE de Río Andarax. De hecho, de forma muy inminente, aunque habrá que esperar a que haya nuevos representantes de la Junta para el Consejo de Administración, pero hay que realizar una reunión de Almería Alta Velocidad porque la licitación del proyecto básico del soterramiento estaba ya casi lista, pendiente de un informe de intervención de Fomento, y por tanto, todos los trámites van andando.
El corte de tráfico de la calle Mariana Pineda pone de nuevo sobre la mesa el ‘bypass’.
Lo que el ‘bypass’ suponía era que ese corte estuviera desde el día 1 al último de la obra. Eso aparte de que la obra se alargaba. Que una obra como la de un soterramiento de las vías del tren tenga afecciones en las calles laterales, es normal. Es cierto que esta vía no va a estar cortada durante toda la obra.
El tema del ‘bypass’ es una ocurrencia de unos señores que en ningún momento estaba sostenido con informes técnicos.
La gente que preparó las alternativas, que no somos ni yo, ni el anterior ministro de Fomento ni el actual, son decisiones avaladas por los estudios técnicos.
Plantean que en 30 días se montan unas traviesas recicladas. Por ahí tiene que ir un tren, hay que montar unas catenarias, unas vías alternativas aunque sea un uso provisional. Hay que ser muy serios. No es que un delegado sindical de Renfe esté cualificado, ni yo tampoco, para decidir eso. Eso se hace avalado por muchos informes técnicos de ingenieros de caminos, canales y puertos. Y además de una decisión tomada por unanimidad. Lo demás son especulaciones de barra de bar.
¿Sigue siendo el proyecto puerto-ciudad tan ilusionante como antes?
Es tan ilusionante y tan capital, como que en próximas fechas el alcalde podrá presentarlo a la luz pública.
Está trabajando en él uno de los arquitectos más importantes del panorama nacional junto a un equipo de ingeniería especialista en puertos en la solución que nos van a presentar. Ya hemos conocido algunas propuestas pero probablemente en las próximas semanas podremos presentar a los almerienses un proyecto que no solo es que esté vigente sino que es el proyecto capital de la ciudad para los próximos 15 ó 20 años.
Es un proyecto de ciudad, a largo plazo, con muy largo recorrido, y como tal hay que tomarlo sin hacer ocurrencias. Estamos en manos de los mejores.
¿Le van a pedir a la Junta que colabore en el tema económico?
Un proyecto puerto-ciudad en Almería que no tenga colaboración de la Junta de Andalucía nadie lo hubiera entendido. Estábamos muy molestos porque la Junta socialista se pusiera de perfil con el proyecto y solamente apareciese cuando había que hacerse una foto, e igual se lo vamos a reclamar ahora que es de nuestro mismo partido. La Junta ha apoyado este tipo de proyectos en otras provincias, y Almería no va a ser menos.
¿Desde dónde se lo va a pedir usted? Los rumores le han puesto en la Junta en casi todos los puestos.
Me siento halagado y me honra que se pueda pensar en mí para determinados puestos. Pero no voy a ser cargo público en la Junta de Andalucía, no voy a ser delegado de Gobierno en la Junta de Andalucía, mis ideas van por otro lado y a lo mejor no soy yo quien se lo tiene que pedir a la Junta.
Toda la rumorología que hay desde hace bastante tiempo acerca de mi posible entrada en la administración autonómica se equivoca porque no va a ser así.
¿Y qué va a pasar con Miguel Ángel Castellón a partir de ahora?
Va a pasar que mi vida va a estar fuera de la política. Por eso no me voy a ir a la Junta de Andalucía, ni voy a seguir en el Ayuntamiento ni voy a ir en una lista en mayo.
Es una decisión que tengo tomada desde hace tiempo, que además compartía con mi partido, con mi presidente, con el secretario y con el alcalde desde hace más de un año, que se abría otra fase en mi vida que era estar alejado de la política. A la que le he dedicado 12 años, de los que 8 han sido de gestión, y por tanto no voy a ser nada en la Junta, ni concejal. Haré mi vida fuera de esto.
Aquí hay gente muchísimo más preparada que yo, con las mismas ganas y quizá ya con más empuje, y por tanto, aquí nadie es imprescindible.
¿Cuándo se marcha?
La decisión de abandonar la política la tengo tomada desde hace más de un año, sin fecha, y cuando tenga que llegar, llegará. Cuando mejor sea para todos. Para los intereses generales, para el Ayuntamiento, para mi partido. Siempre he estado a disposición de mi partido y está tomada con el consentimiento de todos.
¿Le han intentado convencer para que se quede en política?
Me he encontrado mucho respeto cuando he planteado mis argumentos. Tanto el alcalde como Javier Aureliano García o Gabriel Amat, primero me dieron la posibilidad de que siguiese en este proyecto político, pero tenía claro que tras ocho años de gestión, quería dedicarme a otras cosas.
Siempre tuve claro que mi paso por la política iba a ser temporal, sin plazos porque me parece un error que se limite los cargos que se eligen por los ciudadanos y no los que se nombran a dedo. Me siento agradecido por la confianza para que siguiera, pero también el respeto a mi voluntad de no hacerlo.
¿Por qué se va?
Lo principal es dedicarle más tiempo a mi familia. Siempre tuve claro que mi paso era temporal en política porque es muy exigente, hay que darlo todo y es bueno que entre y salga gente porque es más transparente la gestión.
¿Hará campaña por Ramón Fernández-Pacheco?
Almería necesita los mejores gobernantes posibles, y creo que el mejor alcalde que puede tener Almería ahora mismo es mi amigo Ramón. Su proyecto es el mejor. Puede que mi sitio no sea defenderlo públicamente, pero sí que lo defenderé.
Pero a ese proyecto se le va la mano derecha. A usted le llamaron para ser eso y dejó la Diputación.
Me vine al Ayuntamiento por un compromiso personal con él, no podía decirle que no. Y el compromiso también era apasionante.
En esta relación además de los temas políticos, había una relación de especial confianza porque somos íntimos amigos desde hace mucho tiempo y me he sentido con la libertad de decirle las cosas, que las escuche, al igual que él de decirme a mí las mías con la máxima confianza.
He ocupado el papel que él ha decidido en estos años, ese puesto de responsabilidad política se une el de confianza personal. Pero aquí nadie es imprescindible, seguro que Ramón llevará un buen equipo y en ello está actualmente. Y en él seguro que llevará una mano derecha más preparada que yo.
Lo dice como si supiera quien va a ser.
No, no me corresponde a mí. Ni lo sé, ni si lo supiese diría nada. Supongo que como con otras tantas cosas le podré dar mi opinión, y encima ahora se la voy a poder dar siendo parte no interesada.
¿Le da miedo el síndrome del teléfono que deja de sonar?
Creo que no es bueno aferrarse a los cargos. Lo que me puede dar es pena que se enfríen las relaciones con gente de mi entorno del día a día. Por ejemplo con compañeros de Corporación, sean o no de mi partido, con gente de la prensa con la que he tratado este tiempo, con amigos dentro de esto. Pero por distancia porque cada uno se dedique a lo suyo. Si mi decisión se hubiera tomado por el síndrome del teléfono le estaría haciendo un mal servicio a la ciudad y a mí mismo.
¿Que pasará en mayo?
Es difícil hacer apuestas ahora. El único proyecto sólido es el de Ramón y el PP, el resto está en otras cosas.
¿Se va satisfecho?
Sí. Siempre quedan cosas en el tintero pero me gusta cumplir mi palabra y siempre que le he presentado un plan de trabajo al alcalde, siempre he intentado cumplirlo.
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