El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha precintado este viernes los depósitos de productos tóxicos del laboratorio del Hospital Torrecárdenas, tras la denuncia presentada por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) por supuestos vertidos de estas sustancias a la red pública de alcantarillado.
Los agentes han decidido el precintado tras inspeccionar las instalaciones del laboratorio en presencia de su máximo responsable, Manuel Rodríguez Maresca, director del Área de Biotecnología del hospital, quien, al igual que la dirección del centro, ha negado taxativamente que se hayan vertido tóxicos al alcantarillado.
Fuentes de la Guardia Civil han informado a LA VOZ de que el precintado tiene el objetivo de analizar las sustancias en el interior de los depósitos, de 1.000 litros de capacidad, puesto que uno de ellos está lleno de productos que efectivamente han sido vertidos al alcantarillado, “pero que no son tóxicos”, según Rodríguez Maresca.
El director afirma tajantemente que el laboratorio “nunca ha vertido productos tóxicos a la red pública, sino que se han eliminado a través de bidones de 25 litros de capacidad, por parte de la empresa Cespa, que es la encargada de este servicio.
Maresca explica que cuando el laboratorio se trasladó a las nuevas instalaciones se acometió un proyecto para recoger los tóxicos de forma centralizada mediante esos depósitos de 1.000 litros, y evitar la continua manipulación con bidones de 25. Aunque nunca han entrado en funcionamiento, sí se estaban chequeando, momento en el que, añade, se produjo un error y se llenó uno de estos depósitos destinados a tóxicos con un líquido procedente de una teñidora, de color rojo, que es lo que ha podido provocar “alguna confusión”, aunque este producto sí se vierte normalmente por la red de alcantarillado. “Esa sustancia es hematoxilina, que está catalogada y certificada como no tóxica”, dice.
El hecho de que estas sustancias en ese depósito de 1.000 litros se han vertido al alcantarillado explicarían su precintado. Una vez que su interior se haya analizado, la Guardia Civil sabrá si se han vertido productos tóxicos a la red pública, como ha denunciado la CSIF.
Los profesionales, "muy ofendidos" Manuel Rodríguez se lamenta del daño que se está haciendo al centro: “Los profesionales están muy ofendidos, porque son conscientes de que siempre han hecho su trabajo correctamente y han aplicado estrictamente la normativa, más aún respecto al tratamiento de tóxicos”, expone.
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