Es de San Isidro de Níjar, y estudia el grado en Ingeniería Electrónica Industrial en la UAL. Una carrera “dura”, dice pero que la ha hecho crecer como persona, y aprender valores importantes en la vida.
¿Cómo llegas a este mundo de la ingeniería?
Siempre me ha llamado la atención el funcionamiento y el porqué de las cosas... Tenía claro que quería estudiar una carrera de Ciencias, pero fue en bachillerato cuando realmente supe que quería estudiar ingeniería. Entré en Ingeniería Química, pero me sentía mas atraída por las asignaturas de la Ingeniería Electrónica, y me cambié. Me ofrece todo lo que buscaba, y, además me da conocimientos de automatización industrial y robótica. Me gusta, y he conocido muy buenos compañeros, y compañeras, con los que he tenido la oportunidad de trabajar en equipo.
¿Tienes algún proyecto actualmente entre manos?
Sí, estoy trabajando en un proyecto muy interesante. Se trata de diseñar un instrumento de medida, capaz de determinar la conductividad eléctrica de los líquidos. La idea es que, a través de dos electrodos que se introducen en el líquido, el dispositivo sea capaz de determinar el valor de conductividad de dicho líquido, transformarlo en una señal eléctrica (voltaje en mi caso), y ser interpretado por un microprocesador.
En estas carreras hay pocas chicas. ¿Qué consejos les darías para que se animen a estudiarlas?
Aunque en la carrera estamos muy concienciados con la igualdad de género, es cierto que el número de chicos es notablemente superior al de chicas. A las que se planteen estudiar este tipo de carreras les diría que no se dejen guiar por estereotipos, y se animen a seguir su sueño, es un mundo fascinante donde todos tenemos algo que aportar.
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