El Milagro y banda Santa Cruz colaboran para ‘sembrar esperanza’ en Mozambique

La Patrona se llenó de sones solidarios para sembrar la esperanza en la lejana Mozambique, en un proyecto auspiciado por el Colegio Nuestra Señora del Milagro.

Por este país africano plagado de necesidades perentorias -de alimentos, de pupitres, de libros escolares donde aprender a leer, de vacunas que ayuden a salvar vidas infantiles- hicieron sonar sus tambores y sus cornetas niqueladas la Banda Santa Cruz, en un templo repleto de docentes, de alumnos y de vecinos en general.

Sonaron piezas como el Desprecio de Herodes, Añoranza, De Almería o Capricho del Cielo, frente al altar y el camarín de la Virgen del Mar, en un acto solidario, de recaudación de fondos mediante la venta de pegatinas con el logotipo de esta iniciativa humanitaria. Se facilitó una Fila Cero con un número de cuenta para que todo el que quisiese aportase su contribución a este proyecto ilusionante. 

Hacían sonar sus instrumentos los músicos, con su traje azul marino, con su corbata roja, sabiendo que lo hacían para paliar un poco las injusticias de la vida, la lotería -o la mala lotería- de unos niños por haber nacido en el Tercer Mundo. Hubo superavit de aplausos tras esas notas musicales, no solo por la calidad de la interpretación, sino porque los participantes sabían el noble propósito que las alentaba.

Presentó el acto la periodista Mar Díez, dando paso a solos de trompeta y de corneta. Rosa Expósito, la directora del Colegio El Milagro, junto a la coordinadora Mati García y Sor M. Angeles, agradecieron la colaboración de la banda, haciéndole entrega de una placa. Asistieron la delegada provincial de Educación, los padres dominicos, representantes de hermandades de Semana Santa, Asociación de Padres de Alumnos, Juventudes Marianas Vicencianas y Asociación de Vecinos del Casco Histórico, en una tarde que sirvió para  aportar un grano de arena más en un proyecto inspirado en la  justicia social.