Guerra a los bulos: ni una cabeza en el río ni un furgón de yihadistas

La Policía Nacional no encontró una cabeza humana abandonada en el cauce seco del Río Andarax, huella de un macabro crimen olvidado por las autoridades y destapado por la conciencia justiciera de un vecino. La Guardia Civil no apresó a un grupo de yihadistas atrincherados en una furgoneta repleta de armas y explosivos, listos para una matanza en un centro comercial de Almería. Y no hay una banda de ladrones de coches de alta gama campando a sus anchas, de asalto en asalto a punta de pistola, en el municipio de El Ejido.

Sí existe, en cambio, una larga lista de bulos rampando al imaginario colectivo a través de las redes sociales. Calan como grandes verdades escondidas a los ojos de los ciudadanos y son, en realidad, mensajes racistas, xenófobos o simplemente alarmistas que pueden tener consecuencias  en la seguridad pública, como alertan la Policía Nacional y la Guardia Civil.

La Comisaría Provincial  de Almería tuvo que desmentir esta semana un mensaje de una presunta banda de atracadores asentada en El Ejido con total impunidad. El mensaje corrió como la pólvora a través de los teléfonos móviles. “Son mensajes totalmente falsos, pero se presentan con especial veracidad”, señala una portavoz de la Policía Nacional en Almería. “Hablan de un familiar o un  conocido cercano que ofrece una información sobre un suceso, pero en realidad no tienen ninguna base”.

El último bulo difundido hablaba de 32 “robos de coches a punta de pistola” en el entorno de El Ejido. Falso. En las últimas tres semanas se han denunciado únicamente cuatro robos “en el interior” de vehículos, un dato exiguo para una población de casi 100.000 habitantes.

Seguridad
La Comandancia de la Guardia Civil en Almería muestra su preocupación y cansancio por la proliferación de bulos en la provincia. “Es importante que la gente acuda a fuentes oficiales y que no se fíe de mensajes sin identificar que llegan a través de la redes sociales”, señala la Benemérita.  “Existe un canal constante con los medios de comunicación, que hay que poner en valor, y no hay que dejarse llevar por mensajes anónimos en las redes”.

La Dirección General de la Guardia Civil muestra de forma muy gráfica el problema con una recomendación difundida en sus perfiles oficiales. “No difundas bulos que llegan a tu whatsapp de un amigo que tiene un primo cuyo cuñado es vecino del íntimo amigo de una chica cuyo hermano va al gimnasio donde acuden muchos policías, y que le han paso una información que advierte de un atentado inminente. Ayudas a difundir una mentira y crear una falsa alarma innecesaria”.

Los bulos pueden parecer inocuos, pero pueden generar graves problemas de seguridad ciudadana y extender prejuicios muy dañinos para la convivencia. La difusión de un aviso de bomba falso obligó a desalojar un centro comercial de Vícar en julio de 2016 y provocó un auténtico caos de carreras, tráficos y nervios, además de un potente despliegue policial.

Las autoridades se ponen serias en este asunto. “Los casos no quedan impunes y se investigan para identificar a los responsables por si han cometido un ilícito penal”, advierte la Policía Nacional en Almería.

Racismo
En Andalucía existen diversos proyectos dedicados a cazar bulos. La Federación Andalucía Acoge, por ejemplo, promueve la iniciativa Stop Rumores para perseguir mensajes de odio contra la población inmigrantes y, en general, colectivos desfavorecidos.

También la propia administración busca atajar estas falsedades. La Red Anti-Rumores es un proyecto impulsado y coordinado por la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias, dependiente de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, que surge en el año 2014 “como respuesta a los prejuicios, opiniones infundadas y estereotipos que afectan a la población migrada en Andalucía”.

En los últimos años se han detectado multitud de bulos relacionados precisamente sobre ciudadanos extranjeros en la provincia de Almería. También mensajes falsos sobre represión policial y abusos. Poner freno a esta difusión de fake news se ha convertido en una prioridad para mantener la convivencia ciudadana.