El PSOE -en las elecciones generales más inquietantes de la democracia, en un día radiante con más dudas que certezas- ha vuelto a vencer en Almería. Quince años después -desde aquellas elecciones que ganó Zapatero allá por 2004- el mapa urcitano se ha vuelto a teñir de rojo, siguiendo así la senda del resto del país, aunque con matices.
El triunfo de Pedro Sánchez en Almería se produce de forma consistente, con una diferencia de ocho puntos sobre el PP, su histórico rival en las urnas, aunque con empate -dos cada uno- en el número de escaños.
La lista encabezada en la provincia por el pulpileño José Guirao ha cosechado más de 98.000 papeletas, el 30% de los votos, frente a cerca de 70.000 del PP, algo más del 22%. A continuación aparece el emergente Vox con más de 59.000 sufragios, el 19% del pastel electoral, cumpliendo aquí mucho más con las expectativas trazadas que en el resto del mapa nacional. Ciudadanos se sitúa como cuarta fuerza política en la provincia con 53.090 votos, el 17% del total. Hace menos de tres años, en las últimas elecciones generales celebradas el 26 de junio de 2016, el PP de Mariano Rajoy aventajó en 15 punto al PSOE de Pedro Sánchez, con una tacada de 131.801 votos provinciales. Es decir que la candidatura de Pedro Sánchez, encabezada en Almería por Javier Aureliano García, ha perdido en Almería 62.000 sufragios de unas elecciones a otras y el PSOE ha ganado 8.000 votos. La sangría, por tanto, de votos populares viene del granero conseguido por Vox en la provincia, principalmente en el Poniente almeriense. Los datos demuestran, paradójicamente, que el mejor aliado de Pedro Sánchez en la provincia ha sido Santiago Abascal, en cuanto a esos vasos comunicantes en los que se convierten a veces los resultados electorales.
Ciudadanos, con el reclamo del líder nacional José Manuel Villegas a la cabeza sustituyendo a Diego Clemente, también obtiene curva ascendente con 12.000 votos más en la tierra del indalo, respecto a los comicios de 2016, lo que le garantiza un escaño en la Carrera de San Jerónimo. Un botín que ha vuelto a dejar pasar la candidatura conjunta de Unidas Podemos que ha perdido en este viaje 17.000 votos, con Raquel Martínez como cartel.
Obtienen asiento por la circunscripción de Almería José Guirao y Sonia Ferrer por el PSOE; Javier Aureliano García y Juan José Matarí, por el PP; José Manuel Villegas por Ciudadanos, y la inédita Rocio de Meer, por Vox. Es decir que si la noche acabó con el PP quedándose en los huesos en el mapa nacional, en Almería, al menos, se puede poner el vestido de alivio de luto con dos diputados, perdiendo uno, que es el que gana Vox.
La participación en un día soleado de San Prudencio como el de este domingo, con la Feria del libro animando la mañana en la capital y con las cruces de mayo repartidas por los pueblos, se alzó en Almería hasta el 71% del electorado, nueve puntos más que en las pasadas elecciones, lo que podría haber contribuido también a llenar la fiambrera del PSOE en la merienda de los resultados.
Fueron 803 mesas las que se distribuyeron en 321 colegios electorales las que se habilitaron ayer en la provincia para que pudieran ejercer el voto sus representantes en el Gobierno de la Nación más de medio millón de almeriense con una oferta de diez agrupaciones políticas. 20.000 de esos electores almerienses han votado por correo.
El Senado será también para el PSOE por tres a uno
El PSOE, como fuerza política más votada en la provincia, obtiene tres plazas en la Cámara alta, por una del PP, dando así la vuelta al tanteo resultante hace tres años. Ocuparán escaño en la Plaza de la Marina, por el PSOE, Fernando Martínez, Inés Plaza y Juan Carlos Pérez Navas, mientras que el PP estará representado por Rafael Hermando, quedándose fuera Luis Rogelio Rodríguez-Comendador y Rosario Soto.
Cesan como senadores del PP, una ver se constituya la nueva Cámara, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, Eugenio Gonzálvez y la actual delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Maribel Sánchez. El actual senador socialista, Juan Carlos Pérez Navas, reedita acta en la nueva legislatura.
El candidato más votado al Senado por Almería fue ayer Fernando Martínez, con el 9,7% de los votos totales, seguido de Inés Plaza, Juan Carlos Pérez Navas y Rafael Hernando.
Censo electoral
El censo electoral provincial fue de 500.556 personas. En este punto cabe añadir que el número de nuevos electores por haber cumplido 18 años desde las elecciones generales celebradas en 2016 asciende a 17.775. En la cifra total de electores se incluyen los residentes ausentes en el extranjero, cuyo número es de 41.567, lo que representa el 8,30% del total del censo electoral. El mayor número de estos residentes en el extranjero vive en países como Argentina (18.641), Francia (5.576), Brasil (6.003) o Alemania (2.327).
Luces y sombras en los ‘campamentos’
Las taifas en la derecha no han sido bien digeridas por el PP a tenor de los resultados de ayer a nivel nacional, aunque en la provincia no ha sido tan lastimoso. Se ha atomizado el mapa político nacional y también en Almería ha tenido sus consecuencias la evaporación como La Casera del bipartidismo: el Poniente se ha convertido en uno de los principales graneros de votos para Vox. El partido de color verde ha sido la fuerza más votada en El Ejido, Níjar y Balanegra y la segunda en Roquetas haciendo sorpasso al PP, Vícar y Huércal de Almería. Cada campamento vivió ayer la noche de forma diferente, como suele ocurrir: Al norte, en Pablo Iglesias, besos y aplausos; en el Paseo medio, desolación contenida entre las bandejas de canapés, aún manteniendo dos escaños; en Oliveros, Ciudadanos sacando pecho, al igual que en el Gran Hotel tomado por Vox como un cuartel. Y en el Paseo Marítimo, Unidas Podemos tampoco vivió su mejor noche, tras haber perdido un amplio número de votos. El Partido de Pablo Iglesias en Almería se queda como quinta fuerza de la provincia.
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