Bueno, pues tras los lógicos temas de Semana Santa que han ocupado esta sección los citados días, regresamos a nuestras habituales historias y paseos por la ciudad. Vamos a acercarnos hoy a un barrio tradicionalmente humilde que gira en torno a la Plaza que lleva su nombre: Plaza del Quemadero.
Tiene varias posibilidades de acceso. Quizá la más sencilla sea coger el Paseo de la Caridad desde la rotonda que hay junto a la Delegación de Educación y Ciencia y seguir todo recto. Llegará al destino fácilmente en un par de minutos dejando a la derecha el viejo muro del antiguo Cortijo de Filches cuajado de arboleda.
Si conoce bien Almería y no se va a perder, puede ir por las calles Gran Capitán, Regocijos o Restoy; al final de ellas está. Las salidas de esta Plaza son las dos calles que conducen a la Fuentecica.
En la Plaza del Quemadero existía un mercado que hoy día han pasado a ser tiendas repartidas en bajos comerciales de los edificios que circundan la plaza. Hay de todo, especialmente establecimientos de comestibles y barecillos que transmiten un ambiente acogedor al lugar.
Hasta la década de los 70 esto eran cerro y cuevas en las que malvivían las familias. En esos años se urbanizó la zona y se levantaron bloques de pisos (continuará).
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