Los bolaños medievales de un patio de La Hoya desaparecen con las obras

¿Dónde están los bolaños perdidos? No se trata del nombre de una película de serie B rodada en Almería ni  del título de un libro, sino de la pregunta que se hacen muchos almerienses cuando pasan por el entorno de La Hoya, exactamente la zona más cercana a la Casa Consistorial y que actualmente se encuentra en proceso de investigación arqueológica y obras para prolongar la calle Pósito hasta la calle Almanzor.

Hay que comenzar explicando qué es un bolaño. Se trata de un proyectil esférico de piedra que se utilizaba en el medievo. Para aquellos que visitan mucho la Alcazaba, puedes contemplar muchos de ellos en su interior junto al arco.

Sabido exactamente qué es un bolaño, hay que explicar que son muchos los que durante años, siglos, han estado repartidos por la zona de La Hoya prácticamente a la vista de todos hasta que hace un tiempo, aún con la anterior dirección del conjunto monumental de la Alcazaba, se decidió trasladar muchos de ellos al recinto.

Entre esos bolaños que volvieron a su casa no se encontraban un grupo que durante años han sido los encargados de adornar el patio de una de las viviendas ubicadas entre la calle Hércules y la calle de la Música. Esa vivienda fue una de las expropiadas por el Ayuntamiento de Almería para poder desarrollar las obras en marcha. Poco después de la expropiación fueron muchos los que se percataron que habían desaparecido los bolaños.

Es difícil datar la fecha en la que dejaron de estar allí pero sí que testigos presenciales aseguran que fue antes de que comenzaran los trabajos, poco antes de Semana Santa, estando las casas vacías.

Preguntado el Ayuntamiento de Almería por el destino de los bolaños, explican que cuando el equipo de arqueología y limpieza acudió a la zona allí no encontraron ningún bolaño.

Cultura Ante la posibilidad de que se los hubieran llevado desde Cultura de la Junta de Andalucía, como llegaron a apuntar algunos vecinos del entorno, desde la administración autonómica aseguran que no es así. De hecho, explican que los últimos fueron los que se trasladaron a la Alcazaba desde la parte más cercana a la muralla. Esto mismo lo ratifica la dirección del conjunto monumental. Por tanto, allí no están.

Hay que tener en cuenta que los bolaños que han desaparecido, y que pueden estar en cualquier lugar, son patrimonio cultural de la ciudad. Eso sí, no se encuentran protegidos ni cuidados, principalmente porque ni siquiera se cuenta con un inventario en el que se pueda conocer dónde y en qué estado se encuentran estos bolaños.

Va a ser difícil el poder rescatar estos proyectiles de piedra desaparecidos sin que nadie se diera cuenta, que parece que casi nadie sabía dónde estaban, y que curiosamente se podían contemplar a través de Google Street View. Lo único que está claro es que nadie sabe dónde están los bolaños perdidos.