Restos de casas de los siglos XII y XIII se ocultaban bajo Almanzor

Los estudios arqueológicos que se están realizando en pleno Casco Histórico gracias a las obras del plan integral que el Ayuntamiento de Almería ha denominado como Alcazaba-Hoya-Pósito están sacando a la luz algunas de las joyas que el subsuelo de la ciudad tiene ocultas.

Precisamente el pasado viernes se concluía el estudio arqueológico que la empresa Patrimonio Inteligente ha realizado en la calle Almanzor previo a las obras para convertir esta zona en la entrada que merece el Conjunto Monumental de La Alcazaba. Los trabajos han supuesto, más allá de la excavación en sí, una importante labor de limpieza de basura de toda la zona.

Explicaba Celso Sánchez, arqueólogo responsable del estudio, que en la primera fase de los trabajos todo lo que apareció se correspondía con “los restos del antiguo barrio de Las Perchas” pero que una vez que eliminados, se consiguió llegar a “unos niveles arqueológicos muy deteriorados”. De hecho, se pueden diferenciar en la zona de trabajo dos espacios: la central que es la que en la que se levantaron construcciones más recientes y por tanto, “al utilizar maquinaria el deterioro ha sido muchísimo mayor”, mientras que en los extremos sí que los restos encontrados se encuentran en mejor estado.

Deja claro en todo momento el arqueólogo de Patrimonio Inteligente que aún queda la realización más exhaustiva  de todo lo encontrado, pero que todo apunta a que “en el extremo más cercano a la Alcazaba los restos encontrados se correspondan con viviendas datadas, presumiblemente, en el siglo XII” mientras que justo en el extremo opuesto, el que une Almanzor con calle Viña lo que han aparecido son “un conjunto de habitaciones más recientes, posiblemente de principios del siglo XIII” y que considera más parecidas a las halladas en la zona del Mesón Gitano.

Muralla Explica Celso Sánchez que a lo largo de toda la excavación han tenido en cuenta lo que considera como “la clave de la zona” que es la posible presencia de la muralla de cierre califal, “la muralla de Levante que se empezó a demoler a finales del siglo XVIII con Carlos III”. Afirma el arqueólogo que “no hemos encontrado nada lo suficientemente potente como para pensar que pueda ser la muralla, aunque sí han aparecido algunas estructuras de ese momento histórico”.

Y es que lo más llamativo de la excavación es la presencia de un muro en pie, adosado a una pared de ladrillos mantenida “para dar estabilidad” a esta estructura que aún es difícil de datar pero que “es anterior al siglo XII”. Si bien, para poder hablar con detalle sobre su origen “habría que poder terminar de limpiar alrededor del muro y estudiarlo detenidamente”.

Ahora el futuro de los restos encontrados depende de la decisión que tomen Ayuntamiento y Delegación de Cultura, aunque el compromiso era ponerlos en valor.